La escalada del conflicto en el mar Rojo amenaza con paralizar las comunicaciones mundiales. Este golfo del Océano Índico es una ruta crucial para el transporte de mercancías, pero también para el tráfico de internet. Al menos cuatro cables submarinos han sido «cortados» en las últimas horas, provocando una interrupción «significativa» que afecta a hasta un 25% de las redes entre Asia, Europa y Oriente Próximo.
La empresa de telecomunicaciones HGC Global Communications, que proporciona servicios de internet desde Hong Kong, informó el lunes en un comunicado que el mercado asiático será el principal perjudicado, pues hasta un 80% de su tráfico de datos pasa a través de los cables submarines desplegados bajo el mar Rojo. Este incidente «excepcionalmente raro» la ha obligado a redirigir el flujo afectado para «mantener una conectividad ininterrumpida».
Entre las redes afectadas destaca Europe India Gateway, un sistema de cableado submarino de fibra óptica de 15.000 kilómetros que conecta desde el Reino Unido hasta India, pasando por Portugal, Egipto o Arabia Saudí. Aún más extenso es el AAE-1, un cable de 25.000 kilómetros que va de Francia a Hong Kong, pasando por Grecia, Qatar, Pakistán o Vietnam.
Crece el conflicto
A finales de noviembre, los hutíes, el grupo insurgente chiita apoyado por Irán que controla la costa oeste de Yemen, empezaron a atacar embarcaciones vinculadas a Israel para mostrar su apoyo a los palestinos. Una alianza encabezada por Estados Unidos respondió bombardeando objetivos militares de los rebeldes.
Por ahora se desconoce qué cortó las líneas. En las últimas semanas, el gobierno oficial yemení ha advertido que los hutíes podían perpetrar ataques contra los cables submarinos para interrumpir el acceso a internet en los países de la región. Sin embargo, los rebeldes han rechazado esas acusaciones y han negado estar detrás del incidente. Este lunes, el ministro de Telecomunicaciones hutí, Misfer al Numair, informó que los buques que tienden cables submarinos deberán tener permiso para transitar por esas aguas.
El conflicto en el mar Rojo lleva más de un mes afectando la economía global. Y es que casi el 15% del comercio marítimo mundial pasa por el golfo, especialmente el de petróleo, cereales y gas natural licuado. Eso ha obligado a un desvío de las rutas comerciales que ralentiza el comercio, pero también ha llevado a que potencias como EEUU o el Reino Unido entren de lleno en combate. Un sabotaje de las telecomunicaciones podría empeorar la crisis.