La escalada del conflicto en el mar Rojo amenaza con paralizar las comunicaciones mundiales. Este golfo del Océano Índico es una ruta crucial para el transporte de mercancías, pero también para el tráfico de internet. Al menos cuatro cables submarinos han sido «cortados» en las últimas horas, provocando una interrupción «significativa» que afecta a hasta un 25% de las redes entre Asia, Europa y Oriente Próximo.