Todo a la Champions lo ha apostado el Bayern, y en la competición europea recuperó el cuadro bávaro la categoría histórica de campeón que le acompaña, eliminando al Lazio sin contemplaciones con el poderío goleador que adquirió en verano al fichar a Harry Kane.
Batir a un equipo italiano suele ser complicado -más si apelan al espíritu defensivo que les caracteriza, y no es el caso del Lazio de Maurizio Sarri–, pero el Bayern ya había logrado en el primer tiempo los dos goles imprescindibles para levantar el 1-0 de Roma.
Ejercicios de concentración
No fueron goles para ser recordados y mucho menos bonitos, tras sendos remates medio fallidos que la cabeza de Harry Kane y la de Thomas Müller redirigieron hacia la portería, sino dos ejercicios de atención y concentración de los alemanes, imbuido el equipo de obtener la redención en Europa, abandonada la Bundesliga por la inesperada fortaleza del Bayer Leverkusen. Thomas Tuchel se ganó la continuidad en el banquillo mientras dure la trayectoria del equipo en la Champions.
Peor que el Bayern está el Lazio, que arrastraba tres derrotas en cuatro jornadas, hundido en la novena posición de la Serie A. Tuvo la oportunidad de oro en un cabezazo de Immpobile solo ante Neuer tras un despeje fallido de De Ligt, antes de los tantos alemanes. Se tumbó en el suelo. Intuyó que la apuesta de todo a la Champions, que también efectuaba el Lazio, la perderían.