El partido entre el Valencia y el Real Madrid finalizó con los jugadores blancos rodeando a Gil Manzano pidiéndole que les concediese un gol claramente fuera de tiempo y después de advertir que el córner anterior sería la última acción del partido. A pesar de ello, desde los jugadores hasta el aparato mediático madridista pusieron el grito en el cielo con una ‘pataleta’ que fue desde el campo hasta el túnel de vestuarios, donde algunos futbolistas se liaron a golpes con el mobiliario, y acabó en los micrófonos con declaraciones que ‘retan’ a la RFEF a imponer sanciones si no quieren incurrir en un nuevo agravio comparativo en favor del equipo de Chamartín.