El cuidado bucodental es «una lucha» para el 57% de las personas con discapacidad y la mitad, recibe cuidados o asistencia personal. Solo el 5% cree que la sociedad comprende las dificultades que les supone mantener su boca en buenas condiciones. Son porcentajes que aporta este lunes el Consejo General de Dentistas que, junto a la Sociedad Española de Odontoestomatología para pacientes con necesidades especiales (SEOENE), ha organizado la campaña ‘Salud Oral y Discapacidad’ para poner el foco en las necesidades que presenta el colectivo cuando se habla de cuidar su boca.
Según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE), de 2020, en España hay 4,38 millones de personas que presentan algún tipo de discapacidad, lo que se traduce en un aumento del 14% respecto a la anterior encuesta, realizada en 2008. De ahí, incide el Consejo General, la necesidad de realizar campañas de formación para dentistas, como la que ahora arranca con la colaboración de Oral B y la SEOENE.
Más caries
El Consejo menciona discapacidades del desarrollo en síndrome de Down, autismo o la parálisis cerebral, entre otras, que suponen «una dificultad a la hora de realizar actividades cotidianas, especialmente, las que se refieren al cuidado personal». Algunos tipos de discapacidad, añaden, se asocian a una mayor frecuencia de determinadas patologías orales como caries, debido a una menor capacidad de autocuidados en la higiene bucodental, dietas excesivamente azucaradas y, en algunos casos, medicación que reduce la producción de saliva.
Hay más enfermedad periodontal; maloclusiones (deformaciones en las arcadas dentarias) o defectos en el esmalte
También, explican los dentistas, hay más enfermedad periodontal, por la dificultad para cepillarse los dientes y utilizar la seda dental de una manera eficaz; maloclusiones (deformaciones en las arcadas dentarias) que puede hacer que aumente el riesgo de enfermedad periodontal (de las encías), caries y traumatismo oral; defectos en el esmalte o retraso en la erupción de los dientes: en algunos casos pueden observarse anomalías en el número o en la forma de los dientes (más pequeños de lo habitual).
Empujar los dientes
Y abundan: algunos hábitos, como rechinar y apretar los dientes, retener la comida en la boca sin tragarla, respirar por la boca y empujar los dientes con la lengua pueden originar esas patologías como caries, enfermedad periodontal o maloclusiones.
El riesgo de sufrir patologías bucodentales es mayor que en la población general, advierten los dentistas
«La prevención en las personas que padecen algún tipo de discapacidad es doblemente importante. Por una parte, porque el riesgo de sufrir patologías bucodentales es mayor que en la población general. Por otra parte, porque evita posibles tratamientos dentales, que, en caso de ser necesarios, suelen ser más complejos», explica el doctor Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas.
Más bruxismo o úlceras
Lo explican con datos como que el bruxismo (rechinar los dientes) afecta a un 24% de personas con discapacidad (frente al 10% de quienes no la tienen); un 33% padece dolor dentario (el 17% en personas sin discapacidad) y un 23% de úlceras bucales (frente al 10% del resto).
En el marco de esta campaña, el Consejo General ofrece consejos para los cuidadores -en cuanto a cómo llevar a cabo la limpieza de la boca, por ejemplo- y también para los dentistas, como observar si el paciente tiene movimientos incontrolados o problemas para sentarse en el sillón que puedan dificultar la atención odontológica.
«Cuando recibimos un paciente con discapacidad, los dentistas debemos elaborar un plan de tratamiento teniendo en cuenta la posibilidad de cooperación del paciente, su higiene bucodental, sus tratamientos crónicos, malformaciones, etc. para ofrecerle una atención lo más personalizada posible«, explica el doctor Óscar Castro.