Galicia fue en su día un territorio atractivo para que multinacionales de Francia o Alemania ubicasen aquí sus plantas obteniendo un buen rendimiento pero a un coste mucho menor que en sus lugares de origen, pues la mano de obra era más barata. Hoy no es así. “Llega un momento en el que esos procesos o se automatizan o se van a otros sitios”, analiza Fernando Vázquez, CEO de Imatia, firma nacida en 2005 como spin-off de la Universidad de Vigo dedicada al desarrollo de software. En este contexto, Vázquez vaticina que el proceso de deslocalización que llevó en las últimas décadas a que las industrias europeas ubicasen sus factorías o sus servicios de bajo valor en China o India se va a repetir en los servicios de alto valor como el software, “un gran riesgo para las personas y las empresas de Galicia”.