Repsol estudia la venta de su negocio en Noruega con el objetivo de optimizar sus operaciones globales, según publica ‘Bloomberg’. La operación podría estar valorada en aproximadamente 1.000 millones de dólares (923 millones de euros).
Las conversaciones se encuentran en una fase inicial y no se ha iniciado el proceso formal de venta, aunque la petrolera ya habría contratado asesores que le ayuden a coordinar la operación.
En concreto, Repsol está trabajando con el banco de inversión Rothschild para llevar a cabo la venta de 10 activos ubicados en la plataforma continental en Noruega que, en base a la información de ‘Reuters’, consta de siete campos productores con reservas netas de 53 millones de barriles diarios de equivalente en petróleo (el 36% de ellos gas) y una producción neta en 2024 de 29 millones de barriles de petróleo por día (mbped).
Asimismo, los activos noruegos de Repsol podrían atraer el interés de otros productores deseosos de expandirse en el país.
La compañía presidida por Josu Jon Imaz opera en Noruega desde 2003 y ha desarrollado su actividad petrolera y gasística en alta mar a través de su subsidiaria Repsol Norge.
Durante la presentación de sus resultados, Repsol dio a conocer su Actualización Estratégica 2024-2027, que «fija las prioridades y los objetivos para reforzar su crecimiento rentable, consolidar su apuesta multienergética, alcanzar sus objetivos de descarbonización para 2025 y 2030 y las cero emisiones netas en 2050».
El grupo energético anunció que invertirá «entre 16.000 y 19.000 millones de euros netos en cuatro años y destinará más del 35% a iniciativas bajas en carbono«. De esta cantidad, ha precisado que «la Península Ibérica representará el 60% de las inversiones totales y Estados Unidos, el 25%».
Sin embargo, precisó que las «inversiones netas de entre 5.500 y 6.800 millones de euros» previstas para su Negocio Industrial, destinadas a «mantener las instalaciones entre las más avanzadas del mundo y desarrollar iniciativas bajas en carbono», están «condicionadas a la evolución del marco regulatorio y fiscal en España». Para 2024, la inversión neta prevista se sitúa alrededor de los 5.000 millones de euros.