El murciano Mariano García, con su habitual gesto de arrancar una moto, accedió con autoridad a la final de los 800 metros de los Mundiales de pista cubierta de Budapest y peleará por revalidar la corona de campeón lograda en Belgrado 2022, en una carrera en la que no estará Mohamed Attaoui ni tampoco en categoría femenina Lorea Ibarzabal, ambos eliminados.

Mariano García, a sus 26 años, es uno de los estandartes del atletismo español actual y en Glasgow lo está demostrando. Al igual que hizo en la primera ronda, en las semifinales el murciano salió a por todas. Lideró la carrera desde el principio, imprimió el ritmo que quiso sin dejar que ninguno de sus rivales le superase y entró en meta primero con 1:47.83, con el italiano Catalin Tecuceanu (1:48.13) y el sueco Andreas Kramer (1:48.14) como compañeros para la final.

«Me he puesto en cabeza porque he visto que habría muchos golpes y soy valiente. Mañana, espero estar en el podio y quiero estar luchando por todo«, dijo Mariano, que llega de «subidón» a la final.

«Me encuentro mucho mejor que en 2022, pero hay que ver lo que pasa. Espero subir al podio, pero también espero mejorar la marca que tengo. Estoy en grandes campeonatos, en finales, pero tengo una marca discreta. Como dicen en mi pueblo, hay que acordarse de las medallas y no de los tiempos», declaró el atleta de la localidad murciana de Cuevas de Reyllo.

La discreta marca de Mariano, la sexta mejor de los doce semifinalistas, fue inferior a la del otro español, Mohamed Attaoui, que cayó eliminado al ser el último de su serie.