La tarta de queso es un postre tradicional con una profunda historia que se remonta a miles de años, especialmente popular en Asturias. Tanto en los hogares como en los restaurantes y cafeterías, este dulce es un favorito indiscutible. Su característica distintiva es la textura cremosa y suave, con el equilibrio perfecto de dulzura. La base puede ser crocante, ya sea de galleta o masa quebrada.
En Estados Unidos, se la conoce como “cheesecake”, mientras que en algunos países de Latinoamérica se le llama “pay de queso”. Esta deliciosa creación admite infinitas variaciones, desde las más sencillas hasta las más elaboradas.
Hoy te presentaré una receta de cheesecake sin horno, que es muy fácil de preparar. Aquí están los ingredientes que necesitarás: 30 galletas de chocolate o vainilla, 100 gramos de manteca, 100 gramos de queso crema, 250 gramos de azúcar, 500 gramos de crema de leche, 200 gramos de chocolate blanco para derretir y esencia de vainilla.
Para preparar el cheesecake sin horno tienes que hacer lo siguiente. Primero, tritura la mitad de las galletas con una batidora o mortero. Después, derrite la manteca y mézclala con las galletas molidas hasta obtener una pasta.
En un molde desmontable, forma una base de galletas de no más de 1 centímetro de grosor. Refrigera la base mientras preparas el relleno. Bate la crema de leche junto con la esencia de vainilla y el azúcar hasta que esté bien montada.
Agrega el chocolate blanco derretido a baño maría y una parte de las galletas molidas para dar textura (este paso es opcional). Vierte la mezcla sobre la base fría de galletas y lleva la tarta a la nevera durante al menos 3 horas. Como toque final, puedes añadir una mermelada casera de frutas como topping.