Esté provocado por la escasez de la oferta, la proliferación de viviendas vacacionales o la voracidad de los propietarios –o un poco de todo–, lo cierto es que asomarse al mercado del alquiler de un casa en Canarias provoca vértigo. Esta semana, el Gobierno central aprobó un índice para fijar los precios máximos de los arrendamientos residenciales en España. El Archipiélago no lo va a utilizar, pero la herramienta existe y revela hinchazones en los precios cercanas a lo insano, de hasta el 138%.