Un gran pato amarillo que simula los famosos patos de plástico —de las ferias o de la bañera— ya duerme en la plaza del ayuntamiento de València, donde permanecerá hasta la noche de la cremà. Es uno de los ninots de la falla municipal que este año levantarán los artistas Escif y Pere Baenas, con el lema «Dos palomas, una rama», una apuesta por la esperanza y un alegato por la paz.
Este sábado, al finalizar la Cabalgata del Ninot el gran pato amarillo ha salido a la luz, convirtiéndose en la primera pieza de la falla municipal que ve la luz. Llegó después del desfile de las seis comisiones y, en apenas unos minutos a la vista de todos, se vio como, muy posiblemente, se convierta en un icono de las fallas de 2024, fotografiado por miles y miles de visitantes y viralizándose.
Nada más abrirse el paso por la plaza, han sido muchas las personas que se acercaron para fotografiar o hacerse un selfie con esta figura de grandes dimensiones. A partir de ahora, la falla municipal irá tomando forma y también altura, pues las palomas centrales estarán a 21 metros.
Aunque «Dos palomas, una rama» en parte recupera la estética clásica, es innovadora, pues está hecha con materiales sostenibles.