Nuevas reglas de juego para la Unión Europea (UE). Las aprobadas reglas fiscales «parecen ser más adecuadas para su propósito que las antiguas. Sin embargo, el riesgo de un deslizamiento fiscal sigue siendo sustancial y el margen para el gasto estratégico sigue siendo limitado. Es posible que algunos estados miembros tengan que intensificar sus esfuerzos para cumplir con las reglas».
Es lo que opina el servicios de estudios de Rabobank, donde señalan que, mientras algunos países no deberían tener problemas para seguir las nuevas reglas en los próximos años, otros claramente tendrán que intensificar su juego.
Con este contexto, no todos los países están en el mismo barco. ¿Quiénes tendrán que ajustar más sus presupuestos para cumplir? «No sorprende que los países con bajos ratios de endeudamiento probablemente cumplan. Sin embargo, es probable que Grecia y Portugal, a pesar de su elevada deuda, también cumplan durante el primer período de ajuste, gracias a la rápida disminución proyectada de su ratio de deuda», afirman.
En números, por ejemplo, estiman que Bélgica y Francia no reducen su deuda y su déficit presupuestario no cae por debajo del 3% en los próximos años. Por su parte, prevén que el déficit presupuestario de España caiga por debajo del 3% este año, pero volverá a aumentar a partir de entonces. En su opinión, «estos tres países probablemente tendrán que mejorar sus presupuestos para cumplir con las reglas».
Para Italia, los resultados son más ambiguos: «Su déficit presupuestario debería caer con bastante rapidez en el corto plazo, pero se estabiliza justo por debajo del 3% a partir de 2026, lo que difícilmente es un colchón de resiliencia suficiente. Además, si bien el ratio de deuda de Italia disminuye durante el horizonte de previsión, no promedia el 1% anual requerido e incluso aumenta en 2024. Dicho esto, la disminución se acelera hacia el final de nuestro horizonte de previsión, lo que implica que la reducción anual del 1% está a nuestro alcance si se alarga el período de ajuste -como se espera- y el gobierno no cambia su rumbo fiscal -lo cual es incierto-«.
Dicho esto, creen que la Comisión Europea será indulgente con Italia, «dado que sus indicadores de deuda están avanzando en la dirección correcta. Especialmente si Italia aumenta su gasto en defensa u otros sectores estratégicos y se compromete con las reformas e inversiones en sus planes a mediano plazo».
El siguiente planteamiento que se hacen los expertos es cuánto necesitaría mejorar el saldo primario para que la ratio de deuda caiga un 1% en promedio y para que el déficit presupuestario caiga por debajo del 3%.
Basándose en en algunos supuestos que ignoran los efectos del ajuste fiscal sobre el crecimiento, inflación y tipos de interés, consideran que Francia y Bélgica tienen mucho trabajo por hacer, tanto en términos de sus posiciones iniciales como de sus trayectorias planificadas. «La ratio de endeudamiento es la regla más estricta para ambos. Bélgica en particular necesitará un cambio serio en su política fiscal para cumplir. Pero también Francia necesitará acelerar su consolidación fiscal en el corto plazo», afirman.
Mientras tanto, ven que España e Italia necesitan una gran mejora en su saldo primario respecto a los niveles actuales, pero la brecha entre las reglas y las proyecciones es en realidad bastante pequeña. «Esto sugiere que es poco probable que se produzca un conflicto importante con Bruselas. Sin embargo, aún tendrán que mostrar compromiso y probablemente tomar algunas medidas correctivas para convencer a la Comisión Europea de sus buenas intenciones».
Como apuntan desde Rabobank, «eso requiere que ambos se ciñan a sus trayectorias fiscales planificadas y estén a la altura de sus reformas y promesas de inversión a mediano plazo».
Del resto, creen poco probable que Países Bajos, Alemania, Grecia y Portugal se enfrenten a problemas de cumplimiento durante el primer período de ajuste. «Alemania tendrá que endurecer su política fiscal a partir de los niveles de 2023 (lo que ya está planeando hacer), mientras que los demás podrían incluso permitirse cierta flexibilización fiscal», concluyen.