La semana termina otra vez con el fantasma de la crisis bancaria sobrevolando los mercados. El banco regional estadounidense New York Community Bancorp (NYCB) ha vuelto a hundirse (-25,89%) tras reconocer ahora que tiene problemas de control internos, reformular sus cuentas y cambiar a su consejero delegado.

Recordamos que NYCB publicó resultados a finales de enero y se hundió en bolsa tras reconocer que estaba acumulando efectivo para cubrir posibles problemas con sus préstamos, dada su exposición al mercado de activos inmobiliarios comerciales. La entidad siguió derrumbándose a lo largo de distintas jornadas posteriores y anunció, el 6 de febrero, el nombramiento de Alessandro DiNello como presidente ejecutivo, para liderarla junto al consejero delegado, Thomas R. Cangemi.

Pues bien, en un comunicado remitido este jueves a la SEC (el regulador de mercados estadounidense), NYCB ha anunciado la renuncia de su CEO, lo que llevará a que DiNello ocupe también este puesto con carácter inmediato. Cangemi, que ha renunciado al cargo tras 27 años en la entidad, permanecerá en el Consejo de Administración.

Además, Marshall Lux, que ha ejercido como consejero independiente del banco desde 2022, ha sido nombrado director presidente del Consejo, con efecto inmediato, después de la renuncia de Hanif ‘Wally’ Dahya como consejero presidente y como consejero. Lux también ha sido nombrado presidente del Comité de Nominaciones y Gobierno Corporativo del Consejo.

«DEBILIDADES MATERIALES» Y REFORMULACIÓN DE CUENTAS

New York Community Bancorp ha comunicado también a la SEC, a través de otra nota, que ha descubierto «debilidades materiales» en la forma en que sigue los riesgos de préstamos.

«Como parte de la evaluación de los controles internos de la compañía realizada por la dirección, se identificaron debilidades materiales en los controles internos relacionados con la revisión interna de préstamos, como resultado de actividades de supervisión, evaluación de riesgos y monitoreo ineficaces«, ha señalado.

Respecto a los resultados presentados el pasado 31 de enero, y que no estaban auditados, el banco ha presentado una enmienda al informe original para reflejar un ajuste relacionado con un deterioro del fondo de comercio; ciertos ajustes del periodo de medición que afectan a la ganancia; y un ajuste por un evento posterior.

La entidad ha explicado que completó su evaluación de deterioro del fondo de comercio el 23 de febrero de este año y la administración determinó que los principios de contabilidad generalmente aceptados requerían un cargo por «deterioro del fondo de comercio» en los ‘Estados Consolidados de Ingresos y Resultados Integrales’ para el trimestre y año fiscal finalizado el 31 de diciembre de 2023, lo que resultó en una disminución de 2.400 millones en el ingreso neto.

El banco también registró un ajuste del periodo de medición relacionado con el inmovilizado, que dio lugar a una disminución neta de 19 millones de dólares en la ganancia por compra en condiciones muy ventajosas derivada de la adquisición de determinados activos y pasivos del antiguo Signature Bank a través de una transacción facilitada por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC), y un gasto no relacionado con intereses de 10 millones de dólares relacionado con la carta de evaluación especial de la FDIC del 23 de febrero de 2024 emitida a ciertos bancos para recuperar pérdidas del Fondo de Seguros de Depósitos.