Tal y como estaba diseñado el ejercicio de ‘cruce táctico de río’, los dos militares muertos en la base cordobesa de Cerro Muriano y sus compañeros debían recorrer sin hacer pie 90 de los 110 metros que formaban el itinerario, lo que «suponía atravesar flotando» esa distancia, cargados con «mochilas de combate, fusil de asalto, uniforme de camuflaje y casco».
Es una de las conclusiones del atestado, al que ha accedido CASO ABIERTO, enviado por la Guardia Civil hace unos días al Juzgado Togado Militar 21, que investiga a un capitán, un teniente y un sargento por el fallecimiento del cabo Miguel Ángel Jiménez y el soldado Carlos León, el pasado 21 de diciembre en el lago situado en el paraje de la base militar conocido como ‘Casa Mata’.
El punto más profundo: 2,80 metros
Los agentes del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) han estudiado, palmo a palmo, el pantano para determinar la profundidad y composición del fondo y han reproducido la maniobra en que se ahogaron los dos militares para aclarar las cincunstancias del suceso.
Un capitán que realizó el ejercicio en 2019 ha declarado que, antes de hacerlo, un pelotón de zapadores reconoció el estado del lago. Ese pelotón fue desactivado por Defensa en 2020
«El punto más profundo del lago es de 2,8 metros», señala su informe. «Desde el inicio del itinerario hasta recorrer 15 metros, el agua cubre 1,80 metros», pero «al llegar a los 25 metros, el nivel del agua alcanza los dos metros y desde ese punto va en aumento», añade. Por lo que «tomando la referencia de 1,80 metros como una profundidad a la que es difícil hacer pie, el ejercicio planteado para el día 21 de diciembre de 2023 suponía atravesar flotando aproximadamente la distancia de 90 metros».
Además, «el suelo variaba entre zonas compactas (duras) y zonas de tierra/barro (blandas)» y «el fondo está compuesto de limo o fango, salvo la parte inicial y final del mismo que lo es de piedra».
Pelotón de seguridad desactivado
Las características del pantano y el grado de dificultad del ejercicio son importantes para la investigación, sobre todo teniendo en cuenta que en la documentación que el capitán al mando envió al Jefe de la Plana Mayor del Mando de Regimiento de Infantería La Reina 2 (y que fue autorizada por el Coronel Jefe del Regimiento) «no constan detalles sobre el ejercicio, tales como itinerario a seguir, profundidad u otros aspectos, tampoco figura ninguna solicitud de apoyos de material o de otras unidades», según el sumario.
Pero es que además, el grupo que se encargaba de reconocer y valorar el estado del lago fue «desactivado en 2020 por decisión del Estado Mayor del Ejército de Tierra», como adelantó CASO ABIERTO. El pelotón de buceo y navegación del batallón de Zapadores sí garantizó la seguridad durante el desarrollo del ejercicio en años anteriores, según han declarado dos capitanes que llevaron a cabo entonces el cruce de río.
En 2019 analizaron el terreno antes
«Realicé un primer ejercicio en 2019, estaba diseñado para realizar el cruce del pantano, sin hacer pie, apoyado por zapadores, que previamente habían realizado un reconocimiento del mismo. Durante el paso, que (los militares) realizaron de dos en dos, se encontraban dando apoyo medios acuáticos y un buceador para cada binomio», ha explicado uno de esos oficiales a la Guardia Civil.
Un segundo capitán que hizo el ejercicio en junio de 2021 y al que le denegaron la ayuda de zapadores, ha declarado que varió el itinerario y mandó cruzar a los militares por zonas del pantano donde el agua nunca cubría.
Los investigadores han concluido que «la concurrencia de las circunstancias que se dieron durante la práctica del ejercicio dieron como resultado el fallecimiento de los dos militares». Entre esas circunstancias está la ausencia de medios anfibios (que hubiera aportado el grupo de zapadores), la profundidaddel lago y las condiciones del fondo, pero también las bajas temperaturas a las que estuvieron sometidos los dos fallecidos y el resto del pelotón al que pertenecían.
Pérdida de calor corporal
Según el informe de la Agencia Estatal de Meteorología, cuando los militares llegaron al lago, «había 4,3 grados y un 82 por ciento de humedad. A la hora del arranque de las maniobras, la temperatura era de 6,8 grados, con un 70 por ciento humedad«.
De acuerdo con la documentación del caso, «ese día los ejercicios comenzaron a las cinco de la mañana, se registraron temperaturas de 3,9 grados. Según refieren los participantes, al finalizar una marcha previa y la superación de distintos obstáculos, los militares hubieron de esperar hasta las nueve horas, momento en que estaba previsto el cruce del lago/ pantano».
La Guardia Civil concluye que «las bajas temperaturas que se registraron y la espera debió influir en la pérdida de calor corporal, por lo que en el momento de introducirse en el agua, donde se pierde calor 25 veces más rápido que en el aire, este proceso de debió agravar».
Mochilas y apoyo sanitario
Otra de las circunstancias relevantes para explicar lo ocurrido tiene que ver con las mochilas que llevaban los militares y que, según las pesquisas, «no estaban todas debidamente estanqueizadas» y, por tanto, no servían para dar flotabilidad. Los investigadores destacan que «dicha circunstancia era fundamental para la correcta realización del ejercicio».
En cuanto a los apoyos sanitarios, estaban previstos pero cuando los militares llevaron a cabo la maniobra se encontraban en otra zona de la base. En concreto, en los campos de tiro, donde también se estaban practicando ejercicios aquella mañana.
Sin atención sanitaria inmediata
«Una vez avisados de la urgencia, no tardaron mucho en llegar al pantano, no obstante no pudieron atender al soldado con la urgencia que precisaba, al encontrarse inconsciente y con agua en los pulmones, quien fue atendido por un subteniente, que se encontraba en el lugar de forma casual, al estar practicando deporte y escuchar gritos».
Otro soldado se encontraba en situación de ahogamiento y precisaba una atención sanitaria inmediata. Y otro soldado que salió del agua en estado de semiinconsciencia, tampoco recibió atención sanitaria inmediata«. Pero en relación al fallecimiento de los dos militares, la Guardia Civil concluye que «la presencia de la ambulancia y sanitarios en el lugar no habría supuesto una diferencia en el fatídico resultado».