Tal y como estaba diseñado el ejercicio de ‘cruce táctico de río’, los dos militares muertos en la base cordobesa de Cerro Muriano y sus compañeros debían recorrer sin hacer pie 90 de los 110 metros que formaban el itinerario, lo que «suponía atravesar flotando» esa distancia, cargados con «mochilas de combate, fusil de asalto, uniforme de camuflaje y casco».