El sector manufacturero de EEUU ha bajado en febrero y ahonda su contracción, territorio en el que lleva instalado dieciséis meses consecutivos, como muestra el índice PMI que elabora el Institute for Supply Management (ISM), que se ha situado en 47,8 puntos, desde los 49,1 del mes anterior. El dato también ha sido peor a lo anticipado por el consenso, que había previsto una mejora hasta 49,5 puntos.
Esta caída continuada en las condiciones del sector se produce después de un periodo de crecimiento de 28 meses.
El índice de nuevos pedidos ha vuelto a entrar en territorio de contracción al registrar 49,2 puntos, por debajo de los 52,5 de enero. La lectura de febrero del índice de producción se ha ubicado en 48,4, también inferior a la cifra de enero de 50,4 unidades.
Asimismo, el índice de precios ha sido de 52,5 puntos, menos que la lectura de 52,9 del primer mes del año; y el índice de cartera de pedidos ha sido de 46,3, por encima de los 44,7 puntos de enero. El índice de empleo ha caído hasta los 45,9 puntos desde los 47,1 previos.
«El sector manufacturero de EEUU continuó contrayéndose (y a un ritmo más rápido en comparación con enero), con una desaceleración de la demanda, una disminución de la producción y la acomodación de los insumos», ha dicho Timothy R. Fiore, presidente del Comité de Encuesta de Negocios de Manufactura del Institute for Supply Management (ISM).
«La decepcionante lectura del ISM no justifica cambios en nuestras previsiones a corto plazo. Los datos económicos concretos sugieren que el crecimiento del PIB del primer trimestre sigue siendo igual o superior al 2% anualizado y que la economía se ha expandido con fuerza durante el último año a pesar de la debilidad del sector manufacturero«, han valorado en Oxford Economics.
PMI DE S&P GLOBAL
Este viernes también se ha publicado el índice PMI que elabora para el sector S&P Global, y que ha ascendido en febrero hasta 52,2 puntos desde los 50,7 de enero y por encima de la estimación de 51,5 puntos, en lo que supone una mejora en las condiciones operativas, la más fuerte desde julio de 2022.
«La tasa general de crecimiento fue la más rápida desde julio de 2022, y la recuperación se vio respaldada por un aumento renovado de la producción y un aumento más rápido de los nuevos pedidos. La demanda de los clientes nacionales y extranjeros se fortaleció, impulsando las ventas totales al alza y al ritmo más rápido desde mayo de 2022″, ha indicado el organismo.
Las mayores entradas de nuevos pedidos provocaron un ritmo más acelerado de creación de empleo y un repunte en la compra de insumos, a medida que la acumulación de existencias se convirtió en un objetivo renovado.
Además, la mayor disponibilidad de materias primas y la sólida mejora en el desempeño de los proveedores aliviaron la presión sobre la carga de costos, lo que significó que los precios de los insumos aumentaron a un ritmo más lento.
Sin embargo, los precios de venta aumentaron al ritmo más pronunciado desde abril de 2023.
Los niveles de producción aumentaron al ritmo más rápido desde mayo de 2022, ya que los retrasos anteriores en la cadena de suministro que obstaculizaron la actividad en enero disminuyeron y las condiciones de la demanda se fortalecieron nuevamente. La tasa de crecimiento fue sólida y más rápida que el ritmo tendencial.
Al mismo tiempo, a mediados del primer trimestre los precios de venta aumentaron al ritmo más rápido en diez meses. La tasa de inflación de los cargos se aceleró por tercer mes consecutivo a medida que las empresas intentaron trasladar los mayores costos a los clientes.
«Dicho esto, la tasa de inflación de los precios de los insumos disminuyó en el mes de febrero. Aunque las mayores cargas de costos estuvieron relacionadas con mayores precios de fletes, transporte y materias primas, el ritmo de aumento se redujo al nivel más lento desde noviembre pasado», ha puntualizado S&P.
Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P Globa, ha afirmado que «la manufactura está mostrando señales alentadoras de salir del malestar que ha afectado al sector productor de bienes durante gran parte de los últimos dos años. Después de un largo período de reducción de inventarios para reducir costos, las fábricas ahora están reconstruyendo cada vez más los niveles de existencias en los almacenes, lo que aumenta la demanda de insumos y aumenta la producción a un ritmo no visto desde principios de 2022«.
«Los problemas con las interrupciones en el transporte marítimo y las cadenas de suministro a principios de año se han aliviado, lo que ha restado algo de presión sobre los precios de los insumos, aunque los precios en fábrica se están recuperando en medio de una mayor demanda de los clientes, que será un área a seguir de cerca en los próximos meses a medida que los responsables de las políticas evalúen la idoneidad y el momento de cualquier recorte de tasas de interés«, ha concluido.