En medio del caos político, la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, se ha reafirmado en su intención de viajar a Palestina pese al cerrojazo del Ministerio de Exteriores hace semanas. La ministra de Trabajo insiste en que acudir a su invitación es un «gesto» importante para visualizar la «barbaridad» que está sufriendo la ciudadanía ante los ataques de Israel, por lo que ha pedido ayuda a la administración de José Manuel Albares al tratarse de un viaje «peligroso».

Todo en una intervención en el prime time de Al Rojo Vivo, programa de laSexta, en el que se ha pronunciado muy contundente sobre el caso de corrupción de Koldo García, especialmente en su vinculación con José Luis Ábalos y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Entre otros temas, la titular del Ejecutivo ha deslizado la fecha para la entrada en vigor de la reducción de la jornada laboral y el estado de las negociaciones de la ley de amnistía.

Díaz insiste en viajar a Palestina

En declaraciones a La Sexta, en el plató de Al Rojo Vivo, la lideresa fuscia no solo ha manifestado que el titular de Exteriores, José Manuel Albares, estaba informado de sus intenciones de ir a territorio palestino, sino que ha seguido todos los mecanismos enmarcados en cualquier desplazamiento internacional de estas características. Un traslado que ha reconocido que lleva su proceso y para que lleva tiempo preparándose, pero que ya está «cerrando«. «No es un fácil, es peligroso, pero hay que hacerlo», ha dicho.

«Sí voy a viajar a Palestina y lo voy ha hacer por la brutalidad, la barbaridad que estamos viviendo», ha sostenido en directo la titular de Trabajo en su intervención. De hecho, ha añadido que está «deseando» ir al territorio en conflicto al entender que se trata de un «gesto» relevante que se persone en la zona la vicepresidenta de España. Su objetivo es visibilizar la «insoportable» situación de la población civil.

Fue haace un par de semanas cuando Díaz desveló su voluntad de volar hasta Palestina tras la invitación de su homólogo palestino Nasri Abu Jaish. Pero desde Exteriores replicaron que no se estaba organizando ningún viaje de la vicepresidenta. Ahora, Díaz ha vuelto a insistir en la necesidad de lograr un alto el fuego en la zona y ha denunciado que la actuación de Israel en Gaza es una «vulneración absoluta» de la legalidad internacional y los derechos humanos, hasta el punto de tildar de «hipocresía» la inacción de la comunidad internacional en este caso.

Ante esto, la lideresa ha lanzado una petición a Albares. «Me gustaría que Exteriores nos ayude, porque es un viaje peligroso», ha sentenciado para calificar lo vivido en la Franja de Gaza como «una barbaridad«. Con todo, cabe señalar que la política internacional de un país es competencia de la cartera que dirige el titular socialista, por lo que cualquier viaje oficial de estas características tienen que pasar por esta delegación. 

Ruptura de voto en el Congreso

Cuestionada sobre lo ocurrido esta semana en el Congreso, donde PSOE y Sumar han votado de forma diferente en el punto de la proposición no de ley de Podemos relativo a romper relaciones diplomáticas con Israel, dado que el grupo plurinacional votó a favor salvo el diputado Agustín Santos mientras todos los socialistas en bloque se opusieron, Díaz ha reconocido que tienen «diferencias» en las distintas posiciones del Ejecutivo en algunos asuntos, como con Palestina o del Sáhara Occidental.

Para Sumar todavía se puede y se debe ir más allá, pasando por «reconocer ya el Estado palestino». Pero pese a tener discrepancias, Díaz ha puesto en valor que en el grueso de la posición internacional sobre este conflicto están alineados y ha reconocido que Sánchez está liderando la reclamación de un alto el fuego en Gaza. «Parece que no está haciendo nada pero no es así, lidera la petición del alto al fuego«, ha reivindicado.

Finalmente, ha denunciado que no puede ser que el presidente israelí, Benjamin Netanyahu, vulbere la legalidad internacional o salga a decir «lo que le de la gana» y «barbaridades» sobre el secretario general de la ONU, António Guterres. «Ya está bien, están matando a niños a diario, está asolando el país», ha criticado la líder de Sumar antes de proclamar que esta situación provoca «indignación» en la sociedad de nuestro país.

Amnistía, ¿cerca o lejos?

Otro de los temas candentes, aunque han quedado tapados por el caso Koldo, es la ley de amnistía, que sigue paralizada en el Congreso a falta de que se termine el plazo. Preguntada por el estado de las negociaciones, Díaz ha sostenido que «tiene que haber ley de amnistía». «Junts se equivocó no votando a favor, sinceramente. Nunca debimos llegar a lo que llegamos en Cataluña. El PP abdicó de la política. Es insoportable que tengamos centenares personas que su delito ha sido abrir un centro escolar para votar hoy estén procesadas», ha afirmado.

Díaz ha defendido que frente a los que querían «arrojar una parte de España contra la otra», en referencia a Mariano Rajoy, o los que llamaban a «incendiar Cataluña«, que dijo Santiago Abascal, su posición es «pasar página» dado que «la política es diálogo». «Quiero un país en el que nos demos la mano con Cataluña, necesitamos a la mejor Cataluña», ha afirmado para sostener que no es independentista.

Así, la dirigente ha pedido ser «prudente» sobre el acuerdo entre PSOE y Junts pero sí ha reivindicado que este tiene que llegar. «Hemos conocido muchas cosas sobre Feijóo, la amnistía… todos sabemos lo que hay que hacer para acabar con el conflicto político, que se dirime con herramientas políticas«, ha dicho para abogar por centrarse «en lo que importa», como la reducción jornada o la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). De hecho ha sostenido que la legislatura «no está tocada de muerte» y espera avanzar en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

Reducción de la jornada laboral

En este punto ha anunciado que ha acordado con Estados Unidos la declaración de una llamamiento para cambiar el uso de los algoritmos en las relaciones laborales al tiempo que también ha puesto fecha a la reducción de la jornada laboral. Según ha explicado, la intención es que entre en vigor en dos fases, por lo que será en el año 2025 cuando hará en su tope de 37,5 horas. Ha sostenido que se sigue negociando en la mesa de diálogo social, que está «avanzando» pese a que «es muy complejo», especialmente por el registro horario en remoto.

 

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