El Barça ha dado la cara hasta el final en la pista del vigente campeón de la Champions, un SC Magdeburgo que demostró una vez más tener más vidas que un gato callejero para terminar imponiéndose por 29-28 con un gol en el último segundo de Gisli Kristjansson.
El islandés empieza a convertirse en un verdugo histórico de los azulgranas al estilo del ‘Piojo’ López con el Valencia a finales de los 90 en el fútbol o de toda la Jugoplastika en el baloncesto con el equipo que dirigía Aíto García Reneses como víctima.
Lejos aún de su mejor forma tras una nueva lesión, el central se lanza hasta contra una pared de hierro y consiguió desestabilizar a la defensa barcelonista con cinco goles en la segunda parte y el de la victoria a un segundo del final.
¿Cómo queda el Grupo B a una jornada del final? Pese a la derrota, el Barça tiene los deberes muy bien hechos en una excelente fase de grupos y se mantiene como líder con 22 puntos, los mismos que el Magdeburgo y dos más que el Telekom Veszprém. De hecho, ya está en cuartos de final y veremos por qué.
El equipo de Carlos Ortega recibe el jueves a las 20.45 horas al Montpellier en el Palau en un duelo determinante en el que los galos se juegan la cuarta plaza al tener a un punto al GOG danés, que termina en la pista del Celje que aún no ha sumado puntos.
Sin olvidar que a la misma hora se disputará en tierras magiares un apasionante Veszprém-Magdeburgo, el Barça se plantará en cuartos como primero de grupo si gana al exequipo de Richardson y su rival sería el ganador del duelo de octavos entre el quinto de su grupo (Montpellier o GOG) y el cuarto del A (PSG, Kielce, Zagreb o Pick Szeged).
Caso de derrota, quedaría con 22 puntos y una hipotética victoria del Telekom Veszprém ante el vigente campeón provocaría un triple empate que descabalgaría a los alemanes de los cuartos y lo obligaría a jugar octavos. El Barça está con +7 en esa miniliguilla de tres equipos, los magiares en +11 y los teutones en -16. Blanco y en botella. Es decir, que los cuartos son una realidad.
Por tanto, pese a lo doloroso de perder de esta forma después de un gran partido colectivo con Nielsen, Pérez de Vargas, Frade y Dika Mem como referentes, el Barça tiene medio pie en los cuartos de final y estaría a solo dos partidos de la Final Four cuando todo parecía caótico el pasado verano. ¿Los culpables? El equipo y, con mayúsculas, Carlos Ortega y su cuerpo técnico.
