La Lonja ha sido el escenario de gala de la celebración de la tradicional entrega de las Medallas de Oro del Govern y los premios Ramon Llull, los máximos galardones que otorga la Comunidad Autónoma, que han estado marcados por la presencia de la Reina Sofía, quien recibía la Medalla por su vinculación con las islas y su «compromiso absoluto» las entidades sociales. Todos los asistentes han ovacionado a la monarca emérita a su entrada en el acto.
En su primer discurso por el Dia de les Illes Balears, la presidenta del Govern, Marga Prohens, reivindicó el Estatut de Autonomia como elemento que «nos permite reconocernos como pueblo, como un pueblo singular, con un carácter definido por el hecho de ser unas islas, de estar rodeados por el mar, por el peso de nuestra historia, para tener una cultura genuina y una lengua propia, por ser una tierra abierta al mundo y a la vez aferrada a sus raíces», siempre con la posibilidad de conjugar esta realidad «dentro del proyecto común de una España plural y diversa».
La dirigente popular dejó sus palabras más contundentes para el final del discurso, cuando realizó una dura crítica a las decisiones del Gobierno liderado por Pedro Sánchez: «Somos unas islas que no agacharán nunca la cabeza, que no quieren ser más que nadie, pero tampoco permitiremos que se nos haga de menos. Unas islas que solo piden aquello que consideren justo: que se reconozca su insularidad y que se compense en consecuencia para garantizar los servicios a nuestros ciudadanos y para permitir que nuestras empresas puedan competir en igualdad de condiciones. Unas islas que pedirán la financiación que les corresponde y el respeto a la autonomía fiscal para bajar impuestos y cumplir con la voluntad de los ciudadanos y estaremos atentos a los intentos de centralismo jacobino que atacan a nuestra autonomía».
Asimismo, defiende que Baleares «no quiere pagar la factura de otros», en referencia a las concesiones del PSOE a los independentistas catalanes, porque «somos unas islas que creemos en la igualdad, en la libertad, en el Estado de derecho y en nuestra Constitución». Una Constitución, añadió Prohens, que «la defenderemos más que nunca». La presidenta del Congreso y ex jefa del Consolat de Mar, Francina Armengol, escuchaba con atención todas y cada una de las palabras de Prohens.
Prohens se acordó del expresidente del Parlament, Jeroni Albertí, fallecido hace apenas una semana a los 96 años, a quien agradeció toda su labor en favor de Baleares: «Una generación de hombres que, desde el entendimiento y la concordia, trabajaron para que hoy seamos lo que somos».
La dirigente popular reivindicó algunas de las primeras medidas que ha sacado adelante en estos primeros meses al frente del Consolat de Mar, como la supresión del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales para los jóvenes o la gratuidad de la educación 0-3 años: «Somos el espíritu emprendedor de generación tras generación, que a pesar de la prudencia de nuestro carácter, nos empuja a arriesgar, por la ambición de seguir la estrella de quienes nos preceden y de los que quieren invertir y generar oportunidades, quitándoles burocracia desde la simplificación administrativa«.
En un momento de la prédica, Prohens hizo referencia a las decisiones de su Govern en materia educación, pero eludió cualquier comentario sobre la lengua: «Somos las escuelas, que merecen mejores infraestructuras, y somos la vocación de los maestros, que reivindican menos burocracia y recuperar la cultura del esfuerzo«.
Todo ello acompañado, como era de esperar, de una defensa sin ambages de su medida estrella: la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. «Somos los abuelos y padres que trabajaron toda la vida pensando en el mañana de los suyos, en dejarlos protegidos y seguros, en dejarles aquel rinconcito, aquel trozo de tierra o aquella caseta. Por eso, es de justicia que más de 2.500 familias se hayan ahorrado en ocho meses el Impuesto de Sucesiones. Aquel impuesto al esfuerzo, el sacrificio a la renuncia, el impuesto que más atacaba nuestra manera de ser«.
También elogió el sector turístico como motor económico de las islas, aunque siempre «desde los incentivos y nunca desde la prohibición». Un sector que Prohens calificó de «un modelo que se exporta a todo el mundo, un hub de innovación, formación en la excelencia profesional y trabajo en la calidad y la sostenibilidad».
En su alocución, Prohens realizó una loanza de todos y cada uno de los premiados, con especial énfasis en la «ruptura de los techos de cristal» de las recientes campeonas del mundo de fútbol Mariona Caldentey y Cata Coll o la profesora del IMEDEA, Beatriz Morales Nin, hasta la «perseverancia» del empresario Gabriel Sampol, fallecido en el verano de 2023, hasta convertise en «una referencia en todo el mundo».
«Una sociedad sin referentes es como un mar sin faros»
Bàrbara Mestre, de Máter, ha ofrecido un discurso en nombre de todos los premiados en el que ha destacado la «valiosa contribución» de todos ellos para construir unas islas de personas «valientes e inconformistas que apostaron» por sus sueños: «Una sociedad sin referentes es un mar sin faros». Anteriormente, la mallorquina Julia Colom ha cantado su canción Olivera.
Asimismo, ha ensalzado el tiempo de vocación y servicio de los premiados que, en palabras de Mestre, se ha caracterizado por «unos valores sólidos como la misericordia o la dignididad de los más débiles».
Este año, los premios Ramon Llull han sido para el oncólogo Enric Benito, la ecóloga marina Beatriz Morales, el doctor en ingeniería de caminos José Antonio Fayas, la asociación Mater Misericordiae, la Menorca Talaiòtica, el museo Es Baluard, el sacerdote e historiador Joan Planells, la Galería Xavier Fiol, el músico Lorenzo Santamaria, el Illes Balears Palma Futsal, las futbolistas Mariona Caldentey y Cata Coll, el diseñador Sebastian Pons, y, a título póstumo, al empresario Gabriel Sampol, la diplomada en magisterio Teresa Costa y la archivera y doctora María José Massot.