Los jóvenes de Ibi piden que la localidad cuente con una oferta de ocio más amplia, variada y asequible para todo tipo de público y de bolsillo, y también que se ofrezca en los centros de Enseñanza Secundaria una formación más diversificada, que no esté enfocada únicamente en la industria. Estas son algunas de las principales conclusiones del Diagnóstico Sociológico de la Juventud de Ibi, elaborado a petición del Ayuntamiento por el Departamento de Sociología I de la Universidad de Alicante (UA) y a partir del cual se quieren ir implementando las políticas públicas dirigidas a las generaciones de menos edad.
El informe, que se dio a conocer hace unos días, ha sido coordinado por la profesora del citado departamento de la UA Diana Jareño Ruiz y ha contado con la participación de ocho docentes y cinco alumnos, que han realizado el trabajo de campo. El proceso se inició en 2020 y terminó el año pasado. En las entrevistas se ha escuchado tanto a jóvenes menores de edad como a otros que oscilan entre los 18 y los 30 años, aunque el corte para distinguir el segmento de los más jóvenes de los más adultos se ha establecido en los 21 años. En líneas generales, unos y otros coinciden en la limitación del ocio y la oferta formativa, pero con condicionantes propios en cada franja de edad.
Las quejas por la escasez de alternativas para el asueto de los jóvenes en Ibi existen desde hace tiempo; la misma percepción que han mostrado los actuales vecinos menores de 30 años la podrían haber expresado antes los que ahora rondan los 45. Abunda, tal y como apunta el concejal de Juventud, Elio Verdú, en declaraciones a este periódico, la sensación de que Ibi es «una ciudad dormitorio» de sí misma, en donde la población vive y trabaja, pero que tiende a buscar el ocio fuera. Ante esto, el edil señala «la oferta existe, pero es limitada y está poco visibilizada», además de quedarse corta en cuestiones como la música en directo o las opciones para los más jóvenes.
También hay una cierta coincidencia entre los grupos de edad en la necesidad de incrementar la oferta de formación en Ibi. «Está muy enfocada a la industria y al comercio, y no todos los jóvenes quieren dedicarse profesionalmente a eso», señala el edil. Por lo tanto, la segunda parte del documento deberá intentar dar una respuesta a estas y otras demandas expresadas en el informe, como la de mejorar los canales de participación ciudadana. Al respecto, el concejal explica que muchos jóvenes tienen un gran interés en tomar parte activa en la toma de decisiones.
Acoso escolar y vivienda
Al margen de las preocupaciones comunes, cada grupo de edad tiene las lógicas inquietudes particulares asociadas al momento de la vida en que se encuentra. Así, los más jóvenes piden que se incida en la concienciación sobre cuestiones como el acoso escolar, y también muestran un gran interés en todo lo referente a la salud mental. Ante esto, el edil de Juventud señala que la idea es trabajar estos temas de forma conjunta con la concejalía de Educación, mediante acciones que quizá podrían desarrollarse en los entornos escolares.
Por su parte, a los veinteañeros les preocupan las dificultades que se encuentran a la hora de querer emanciparse. En este sentido, muchos han puesto el foco en el precio de la vivienda. Los alquileres quizá no sean tan caros en Ibi como en Alicante o en las grandes ciudades del país, pero sí han experimentado igualmente una subida y, además, la oferta es más escasa de lo que pueda ser en núcleos de mayor tamaño. Al respecto, una de las propuestas que lanzan es que el Ayuntamiento ejerza de alguna forma de intermediario para hacer que los costes sean más asumibles.
Una vez hecho el diagnóstico, faltan por poner las soluciones. Para ello, el Ayuntamiento volverá a contar con ayuda externa de la UA, así como de otros organismos, buscando «con qué recursos llevar a cabo una programación y una acción que cubra en el máximo posible lo que los jóvenes demandan», explican fuentes municipales. A esto, el concejal responsable del área añade que «la juventud forma parte del engranaje social, hay que hacer que funcione», y que «ahora es el momento de cambiar la realidad» reflejada en el informe. El aprovechamiento de espacios para dar un impulso a la vida cultural es una de las posibles medidas a implementar de cara al futuro.