Si por lo menos seis de cada diez trámites relacionados con la puesta en marcha o gestión de un negocio fueran digitales, los emprendedores españoles ahorrarían 132 millones de euros al año en burocracia notarial y mercantil. Así lo concluye un estudio llevado a cabo por la consultora Entre Trámites en el que su cofundador y consejero delegado, el analista económico Louis Williams, compara la laboriosa administración española con la estonia, un mercado altamente digitalizado y con una proporción de ‘startups’ per cápita muchísimo mayor a la catalana.
Mientras que aquí el volumen total es mayor (2.100, según el recuento más reciente llevado a cabo por la Generalitat, frente a las 1.400 del país europeo), en comparación con el número de habitantes, Estonia arrasa: allí hay una empresa emergente de base tecnológica por cada 900 habitantes, en tanto que en Cataluña, cada ‘startup’ cubre a 3.800 millones de personas.
Buena parte de la clave –repasa en el MWC 2024 el propio Williams en conversación con El Periódico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica– radica en el elevadísimo nivel de digitalización de su administración pública («Es la nación más avanzada digitalmente del mundo») y en herramientas como e-Residency, una solución por la que cualquier persona que quiera abrir una empresa allí, puede gestionar la firma de documentos legales y la declaración de impuestos de forma 100% ‘online’.
El programa lleva en marcha desde 2014, pero, curiosamente, empezó a popularizarse en España desde la pandemia y, especialmente el año pasado, hasta el punto que ya hay 3.000 empresas de fundadores españoles establecidas en Estonia (es el país que lidera la lista de demandantes) y más de la mitad se crearon en 2023.
La razón más evidente, para el analista económico fundador de Entre Trámites, es la complejidad burocrática española. De acuerdo con su estudio, los notarios españoles lidian con 72 tipos de procedimientos relacionados con personas jurídicas y empresas, lo que, acumuladamente, supusieron 737.500 trámites mercantiles en 2022. En términos financieros, esto equivale a 99 millones de euros en tasas e impuestos y 45 millones en pérdida de productividad (por las 897.000 horas que tuvieron que dedicarse a estos trámites). «Así pues, el impacto económico de las complejidades burocráticas del sistema de notariado y registro mercantil español se puede cuantificar en un mínimo de 144,3 millones de euros en el año 2022», concluye este investigador.
Al otro lado está Estonia, que tiene alternativa digital para el 62% de estos 72 tipos de procedimientos notariales. Teniendo en cuenta que estas gestiones son las más habituales, Entre Trámites concluye que en el país antiguamente soviético están digitalizados el 94% de los trámites que tienen que realizar los emprendedores españoles. Y que eso supone un ahorro de 132 millones de euros al año.
Paraíso burocrático, no fiscal
«Esto no es un paraíso fiscal, es un paraíso burocrático«, puntualiza la responsable de relaciones públicas a nivel internacional de e-Residency, Katrin Vaga, también presente en el MWC. A lo que se refiere esta estonia es a que los impuestos se pagan igual, la única diferencia es que los trámites son mucho más simples y transparentes.
«Los políticos están demasiado centrados en los subsidios o en el pago de impuestos, cuando a un emprendedor no le importa tanto pagar un 15% de impuesto de sociedades los dos primeros años como tardar 2 o 3 meses en constituir su empresa, que le cueste 1.000 euros o que tenga que pagar por todo cuando encuentra a un inversor«, apunta Williams, que tiene claro que lo que haría en España es preparar un fondo para compensar a toda la gente que perdería su trabajo, reubicar a este tipo de profesionales a otra clase de servicios dentro de la administración pública y empezar departamento por departamento y sencillamente ofreciendo el canal ‘online’ como una alternativa.
Lectura del cofundador de Entre Trámites, consciente de que la primera impresión es que un sistema así invita al fraude, es que un «paraíso burocrático» de este estilo, lo evita. «En Estonia puedes buscar los impuestos que paga cada persona, puedes saber por qué tu vecino tiene dos coches muy buenos: Si España quisiera eliminar el fraude, aplicaría algo así mañana mismo, porque los datos, los tiene», concluye Williams, quién reconoce ciertos avances con la ‘ley de Startups’, pero no lo suficientemente significativos (ni 100% aplicados a la práctica) como para competir con la propuesta de países como Estonia, Dinamarca, Suecia o Reino Unido.
Dos emprendedores españoles con experiencia con el sistema, José Ernesto Suárez y Manuel Schutte, lo confirman. El primero, por lo fácil que es todo allí, no solo abrir la empresa, sino hacerla crecer. El segundo, por lo mucho que desmotivan, dice, las trabas españolas al emprendimiento (el coste, tiempo y estrés) y la «actitud» de Hacienda. «Aquí primero multan y luego preguntan, allí, si tardas tres días en hacer tu declaración de IVA te avisan y se ofrecen a ayudarte si tienes dudas».