El Gobierno prepara la creación de una nueva compañía pública que servirá para canalizar inversiones estatales en el sector tecnológico y que concentrará los grandes programas de ayudas a la industria digital y con el que el Ejecutivo pretende movilizar 20.000 millones de euros. El ministro para la Transición Digital, José Luis Escrivá, dejó la puerta abierta a que este nuevo grupo estatal, denominado Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), controle acabe siendo quien controle la participación accionarial que el Gobierno pretende tomar en Telefónica.
El Consejo de Ministros dio el pasado diciembre la orden al holding público Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), dependiente del Ministerio de Hacienda, de comprar una participación de hasta el 10% de Telefónica, con el objetivo de contrarrestar los planes de desembarco en la teleco española de Arabia Saudi, a través de la operadora estatal Saudi Telecom, con un paquete de hasta el 9,9%. Un mandato que seguirá vigente.
SEPI mantiene sin cambios sus planes de entrar en el capital de Telefónica pese a la futura constitución de la nueva sociedad pública, según varias fuentes gubernamentales vinculadas al proceso. El holding público confirma que el mandato aprobado por el Consejo de Ministros no cambia pese al anuncio de creación del nuevo grupo estatal y las declaraciones del ministro Escrivá dejando abierta la posibilidad de que esta suerte de ‘SEPI digital’ acabe siendo el socio público en el capital de Telefónica. “Tenemos la orden de entrar en el capital y es lo que cumpliremos”, resumen desde el grupo público.
El ministro Escrivá, en cambio, abrió la puerta a que fuera la nueva sociedad pública SETT el instrumento para articular el regreso del Estado español al capital de Telefónica. “Iremos viendo la operación de Telefónica. Tiene sentido encajarla en este ámbito, pero iremos viendo con el tiempo”, explicó.
SEPI guarda silencio sobre la fórmula que utilizará y los intermediarios financieros que participarán en su entrada en el accionariado de Telefónica. El precio de esa participación del 10% ronda los 2.200 millones, según la actual cotización en bolsa de la teleco, y el holding público en principio no podrá asumir ese coste si el Gobierno no aprueba una inyección financiera en el holding público a través de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que aún está por ver si contarán con el respaldo parlamentario necesario para salir adelante.
Movilizar 20.000 millones
La nueva sociedad SETT, que estará adscrita al Ministerio para la Transformación Digital, ejecutará inversiones en estos sectores estratégicos, como telecomunicaciones o inteligencia artificial generativa, y dispondrá de una capacidad inicial de inversión de casi 20.000 millones de euros focalizados en los principales ámbitos de tecnología de vanguardia.
La futura entidad reunirá bajo iniciativas ya existentes como el PERTE Chip, dotado con 12.000 millones de euros para semiconductores y microelectrónica; el fondo NextTech, con 4.000 millones de euros para invertir en empresas con alto componente de innovación tecnológica; o el fondo del Hub Audiovisual, con 1.700 millones de euros para las empresas de este sector. La SETT integrará la actual Sociedad Estatal de Microelectrónica y Semiconductores (SEMyS), dependiente hasta ahora de SEPI y del Ministerio de Hacienda, para dar un impulso al PERTE Chip.
Telefónica se prepara para un doble terremoto accionarial, por la irrupción de Arabia Saudí en el capital de la teleco española con hasta un 9,9% (para lo que debe pedir permiso al Gobierno por el carácter estratégico del grupo) y por el plan del Ejecutivo español de blindar la españolidad de la compañía ordenando a SEPI comprar una participación de hasta 10%, un cuarto de siglo después de su privatización total. La dirección de Telefónica asegura no tener ninguna noticia de cuándo presentará su solicitud de permiso la compañía saudí STC ni de cuándo, cómo y con qué magnitudes pretende ejecutar las compras SEPI. Todo queda a la espera de que los nuevos socios muevan ficha.