La mayoría de las cámaras modernas, incluyendo las utilizadas en dispositivos de seguridad y teléfonos móviles, emiten radiación electromagnética desde los cables en su interior, que puede ser interceptada y decodificada aunque la cámara se encuentre supuestamente apagada. Según una nueva investigación, esto permitiría el acceso no autorizado a imágenes y transmisiones de video en tiempo real.
Un estudio liderado por Kevin Fu, experto en ciberseguridad de la Universidad Northeastern, en Estados Unidos, comprueba que las cámaras de seguridad usadas en hogares, comercios y organizaciones no son tan seguras como pensamos: tanto estos dispositivos como las cámaras de los teléfonos móviles pueden ser «espiados» aunque existan paredes de por medio.
De fácil acceso
Este método, que implica una modesta inversión en equipos y conocimientos técnicos básicos, podría ser explotado por hackers y otros delincuentes informáticos para sustraer información a las personas a travée sus propias cámaras. Los datos pueden ser robados, en algunos casos, desde algunos pocos metros de distancia y sin que las paredes impongan un límite.
Según una nota de prensa, el sistema funciona gracias a la radiación electromagnética emitida por los cables que se ubican en el interior de los artefactos, que puede ser decodificada para «leer» la información y obtener así videos en vivo e imágenes, sin que el usuario lo advierta y aunque el dispositivo se encuentre apagado.
La técnica creada por Fu se denomina EM Eye (Electromagnetic Eye) y busca concienciar a la población y a los fabricantes sobre la necesidad de tener en cuenta caminos poco conocidos usados por la ciberdelincuencia para acceder a datos de valor. El especialista cree que cualquier persona con algunos cientos de euros para invertir en equipos, una antena de radio y un poco de conocimientos de ingeniería puede «espiar» a sus vecinos sin mayores problemas.
Señales decodificadas
En definitiva, el cable de transmisión de datos que envía un video como bits y bytes termina actuando en forma de antena de radio, que filtra todo tipo de información electromagnética involuntariamente, incluidos esos bits y bytes. Si alguien quisiera y tuviera el conocimiento técnico necesario, podría tomar esa señal electromagnética y reproducir el video en tiempo real, aunque sin audio.
En principio, la versión del video que Fu y su equipo obtienen se encuentra distorsionada y se asemeja a una radiografía, debido a la pérdida de píxeles en el proceso de transmisión. Sin embargo, utilizando el aprendizaje automático los expertos pueden limpiar el video para que se vea más parecido al original. EM Eye fue probado en 12 tipos diferentes de cámaras, incluidas cámaras de teléfonos inteligentes y cámaras de seguridad para el hogar, entre otras.