PLD Space, la empresa ilicitana que diseñó y fabricó el primer cohete aeroespacial español, el Miura 5, redoblará su apuesta por el aeropuerto de Teruel con la inversión de más de cinco millones de euros para ampliar sus instalaciones. Allí tiene previsto ampliar sus instalaciones para realizar los ensayos de los motores del lanzador orbital con una nueva inversión de siete millones de euros, un paso imprescindible para producir en serie hasta 180 propulsores al año cuando la compañía funcione a pleno rendimiento en 2030. Parte de la inversión será financiada por el consorcio del aeródromo, formada por el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Teruel.
Ese será el modo en el que el Miura 5, el heredero del Miura 1, esa versión en pruebas que fue lanzada con éxito por primera vez el 7 de octubre con un vuelo de 122 segundos, tendrá sello aragonés. Se trata de un lanzador orbital de satélites reutilizable cuya altura equivale a la de un inmueble de 11 plantas y con capacidad de lanzar cargas de hasta una tonelada. En su primera versión mide 35,7 metros y dos de diámetro y es propulsado por cinco motores cohete en una etapa y otro adicional en la segunda fase. La hoja de ruta de PLD Space contempla el primer lanzamiento para finales de 2025 desde Kourou (Guayana Francesa), mientras que el inicio de la actividad industrial se espera para 2026 con el objetivo final de superar los 30 lanzamientos anuales en 2030.
De este modo, la compañía que se adjudicó hace un mes 40,5 millones de euros del Perte aeroespacial va a ampliar la parcela que dispone en el aeródromo turolense para pasar de 154.810 a 961.709 metros cuadrados para finales de 2024. Allí construirá un hangar de 5.000 metros cuadrados para la integración y mantenimiento del lanzador y de los bancos de ensayo existentes, que dispondrá de una zona de almacenamiento, salas para la limpieza de elementos en contacto con oxígeno líquido, salas de montaje y mantenimiento de los elementos electrónicos de aviación. Asimismo, se construirán unas oficinas de 1.300 metros cuadrados distribuidas en dos plantas donde se alojará el personal que opera y mantiene los bancos de ensayo, la urbanización de viales entre las oficinas, el hangar y el control de acceso, un vallado perimetral de las instalaciones que incluye un camino perimetral interior y otro que servirá para segregar la zona aire que incluya sendos caminos a cada lado de la verja para permitir el control de vigilancia perimetral.
Todo ello ha quedado rubricado en un protocolo firmado hoy entre el consorcio del aeropuerto de Teruel (conformado por el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Teruel) para promover «uno de los proyectos más emblemáticos» de la comunidad, ha dicho el presidente autonómico, Jorge Azcón. «Se trata del aeropuerto de uso industrial más importante de Europa y es una infraestructura de la que nos sentimos especialmente orgullosos por lo que significa y lo que va a significar por los proyectos vanguardistas que mueve la industria aeronáutica», ha subrayado Azcón sobre lo que considera «un ejemplo de la colaboración institucional y público privada».
«La infraestructura que vamos a visitar hoy es única en Europa. Vamos a tener el banco de ensayos más completo para probar motores del continente«, ha señalado Ezequiel Sánchez, presidente ejecutivo de PLD Space, quien ha subrayado esa apuesta por Teruel que se traducirá en empleos «cualificados» tanto directos como indirectos, aunque no se ha aventurado a lanzar una cifra. «Somos una empresa de provincias: somos de Elche, estamos en Teruel y hemos lanzado en Huelva el cohete y estamos compitiendo a nivel global«, ha asegurado Sánchez.
Inauguración del hangar de pintura de IAC
Del mismo modo, Azcón ha inaugurado este martes la nueva instalación recién terminada en el aeropuerto: el hangar de pintura. El consorcio del aeropuerto de Teruel adjudicó al grupo International Aerospace Coatings (IAC) el desarrollo y la operación de de fuselaje ancho en sus inmediaciones, a través de un contrato de concesión con duración de 25 años.
De esta manera, la multinacional francesa creará 80 nuevos puestos de trabajo en el hangar, que sumará a los 450 empleados que ya trabajan en el aeródromo en los 180 aviones que hoy caben en las campas turolenses. Con la ampliación proyectada en el PIGA, junto a las nuevas inversiones que están por llegar, la infraestructura pasará a tener 5,5 millones de metros cuadrados que puedan albergar 300 aviones.
Asimismo, el aeropuerto de Teruel “va a duplicar el número de puestos de trabajo en los próximos cuatro años, de 450 trabajadores que hay en la actualidad hasta los 900 puestos de trabajo directos y a los 1.800 empleos indirectos en los próximos cuatro años”, ha explicado el presidente Azcón para, a continuación, señalar que, si “los números que hoy arroja el Aeropuerto de Teruel son espectaculares, los que nos están avanzando de cara al futuro son absolutamente increíbles”.