Sergio Delgado se encontraba en Burgos celebrando la despedida de soltero de un amigo, cuando a la salida de un bar, recibió un puñetazo de un desconocido que le causó la muerte prácticamente en el acto.
A juzgar por el relato de los testigos presenciales de la agresión, el joven podría practicar algún arte marcial, por la manera en que el atacante golpeó a Sergio. También se investiga si el puñetazo se produjo utilizando algún tipo de arma u objeto dado el resultado que tuvo.
El presunto asesino habría reconocido los hechos en sede policial: «Coincidimos en la Plaza de la Flora. Sí, yo le pegué un puñetazo. Pero no porque fuese de Valladolid. De hecho no me acuerdo ni siquiera de que habláramos […] Tampoco recuerdo porque le pegué, estaba muy borracho. Después de pegarle el puñetazo salí corriendo porque me asusté. Tuve miedo y me marché».
El agresor aseguraba a los agentes no haber conocido las consecuencias de su puñetazo hasta la mañana posterior a los hechos: «No me enteré de lo que había ocurrido realmente hasta que me desperté al día siguiente y vi las noticias». Además el joven, de 23 años, que fue detenido esa mañana gracias a los datos aportados por los que presenciaron la agresión, descarta tener ningún tipo de relación con ningún grupo radical vinculado al movimiento ‘Resaca Castellana’, con el que se le había vinculado.
Ninguna provocación
El periodista y colaborador de Espejo Público, Luis Fernando Durán, aporta información sobre el testimonio prestado por uno de los presentes, en el que se afirmaría que la causa de la fatal agresión sería el origen de Sergio, natural de Valladolid. Según el testigo, el agresor le preguntó: «¿Eres de Pucela?», e inmediatamente después de la respuesta afirmativa de Sergio, el individuo le propinó un fuerte puñetazo sin más motivo. Golpe que cogió de improviso al vallisoletano, según se deduciría del estado de total relajación de Sergio que arroja la autopsia.
Agravantes y atenuantes
En caso de demostrarse que esa sería la causa, el delito de odio resultaría un agravante al crimen de asesinato que le imputarían al supuesto responsable del fallecimiento de Sergio. Por el contrario, el agresor vería su condena reducida si se asume su embriaguez, dado que este estado se consideraría atenuante.
«Siempre amansaba las aguas»
Ángel Tamayo, portavoz de la familia de Sergio, asegura que la familia todavía está tratando de asimilar lo ocurrido, y afirma que reciben más información a través de los medios de comunicación que de ninguna otra fuente, por lo que desconoce si los hechos se investigan como un presunto delito de odio.
Los familiares del joven se encontrarían contrariados y no terminarían de explicarse lo ocurrido dado que, según Ángel Tamayo: «Sergio era lo opuesto a la agresividad […] si se caracterizaba por algo era porque siempre amansaba las aguas. Ha sido una persona que le gustaba mucho la pacificación, la concordia, o el hacer grupo, hacer piña».
Además según Ángel, esto quedaría demostrado por la cantidad de gente joven que acudió al tanatorio a despedirse de Sergio y arropar a la familia, mostrando su cariño como respuesta a haber podido conocer al joven.