Las otras víctimas del incendio de Campanar, los animales, tienen su propio altar. Se ha improvisado sobre la escultura que se ubica en la Plaza de los Pinazo, en plena calle Colón de València, y que recuerda la crueldad del abandono animal. Allí yacen, fundidos en bronce, el perro Tristán y la gata Soledad, nombres que les dió su creadora, la escultora Elena Negueroles Colomer.