En un encuentro que arrancó el martes y finalizó siendo miércoles (dato que invita a la reflexión), el Mallorca selló su billete para la final de Copa del Rey, que se disputará en La Cartuja (Sevilla) el próximo 6 de abril. El conjunto bermellón dejó en la cuneta a la Real Sociedad en un enfrentamiento que necesitó de la tanda de penaltis con Sergi Darder vistiéndose de héroe del cuadro balear al marcar el quinto y definitivo lanzamiento.



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Real Sociedad – Mallorca, las mejores fotografías del partido

Javier Etxezarreta / EFE


Como era de esperar, la Real Sociedad se hizo con el dominio territorial de inicio, pero sin generar peligro. El Mallorca se mostró excelso en lo táctico, y con el paso de los minutos fue ganando en confianza lo suficiente como para lanzar pequeños avisos al contragolpe. Con todo lo comentado quedó dibujado el escenario de una primera parte que acabó con 0-0 pero pudo acabar con la Real mandando en el marcador. Dispuso Brais Méndez de un penalti en el añadido, pero Greif le adivinó sus intenciones.

Ya en el segundo acto, se deshizo el empate. Fue en el 50’, cuando un cabezazo de Gio González metió el balón en la portería de Remiro sin que éste pudiera evitarlo. Remató el lateral derecho en el punto de penalti un centro de Jaume Costa, el otro lateral, desde la izquierda, en una jugada muy de entrenador, muy de Javier Aguirre.

Con desventaja en el marcador, no le quedó otra a la Real que apretar los dientes en la búsqueda de la remontada. Pero tuvo que saltar al terreno de juego Oyarzabal, que volvía tras lesión, para que llegase el empate. Ocho minutos llevaba en el verde el capitán de la Real cuando en el 71’ se coló entre líneas para batir a Greif desde dentro del área con un disparo cruzado. De ahí al final del tiempo reglamentario, Becker para la Real y Jaume Costa para el Mallorca dispusieron de ocasiones de gol con las que evitar la prórroga, pero no lo consiguieron.

Ni siquiera faltó cierta polémica arbitral y la misma llegó en el tiempo extra. Concretamente, en el 96’, cuando Samu Costa sacó bajo la línea de gol un remate de Tierney a bocajarro. Se quejó la Real de que todo el balón había traspasado la línea y por lo tanto el gol debía subir al marcador, pero entre Gil Manzano y el VAR determinaron que no fue así.

En estas, se llegó a la tanda de penaltis, y fue en la misma donde el Mallorca selló su billete para Sevilla. Hubo un total de 10 lanzamientos en la tanda y marcó la diferencia que Greif le detuvo el primero a Oyarzabal y que los cinco del Mallorca, todos a la izquierda de Remiro, besaron la red. El último, de un Darder para el que quedó reservada la gloria tras varios meses en los que las cosas no le están saliendo como querría. El Mallorca, que regresa a una final de Copa que no pisa desde 2003, ya espera rival. Será el Athletic o el Atlético. Y pase lo que pase en la misma el cuadro bermellón estará sí o sí en la Supercopa del próximo curso.