Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Geoscience ha desafiado la teoría dominante sobre la formación de la Corriente Circumpolar Antártica (CCA), la principal corriente marina del planeta que separa térmicamente a la Antártida y protege todo el hielo que alberga.
Investigadores del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC-Universidad de Granada), liderados por la doctora Carlota Escutia, han analizado el tamaño de los granos de arena y los isótopos de neodimio en sedimentos y fósiles de peces de dos puntos por los que pasa la CCA. Sus resultados sugieren que la corriente no se completó hasta hace, como muy pronto, 14 millones de años, mucho más tarde de lo que se creía hasta ahora, que era hace 34 millones de años.
Clima global
El estudio, del que se ha hecho eco El País, tiene importantes implicaciones para comprender el clima global, ya que la CCA juega un papel crucial en la regulación del calor y la distribución del hielo en el planeta. Una CCA más débil en el pasado podría haber permitido que aguas más cálidas llegaran a la Antártida, lo que habría tenido un impacto significativo en el clima global.
Para confirmar sus hallazgos, los investigadores necesitan obtener más información sobre la parte atlántica de la corriente. El doctor Dimitris Evangelinos, coautor del estudio y actual investigador en el Imperial College de Londres y la Universidad de Barcelona, se encuentra ahora a bordo del Hespérides, el buque de investigación oceanográfica de la Armada española, para recuperar sedimentos del fondo del océano que ayuden a completar la imagen.
Un viaje al pasado: La historia de la CCA
Para comprender la importancia del estudio de Escutia y Evangelinos, es necesario hacer un breve viaje al pasado. Hace 34 millones de años, la Antártida era un continente verde y exuberante, con temperaturas similares a las de las actuales Islas Canarias. Sin embargo, un evento climático conocido como la Gran Separación del Eoceno provocó un descenso en las temperaturas globales, lo que condujo a la formación de una capa de hielo en la Antártida.
Se creía que la CCA se había formado poco después de la Gran Separación del Eoceno, aislando la Antártida y permitiendo que la capa de hielo creciera sin interrupciones. Sin embargo, el nuevo estudio sugiere que la CCA no se completó hasta mucho más tarde, hace unos 14 millones de años.
¿Qué significa esto para el clima?
La CCA es una corriente oceánica muy poderosa que transporta agua fría alrededor de la Antártida. Esta corriente actúa como una barrera, impidiendo que las aguas más cálidas del norte lleguen al continente helado. Si la CCA fuera más débil, las aguas cálidas podrían llegar a la Antártida, lo que podría provocar un derretimiento del hielo y un aumento del nivel del mar.
El estudio de Escutia y Evangelinos sugiere que la CCA era mucho más débil en el pasado de lo que es hoy en día. Esto podría explicar por qué la capa de hielo de la Antártida se derritió en algunos periodos del pasado, como durante el Plioceno, cuando las temperaturas globales eran más cálidas que las actuales.
Un futuro incierto
El estudio de Escutia y Evangelinos es un importante paso adelante en nuestra comprensión del clima global. Sin embargo, todavía hay muchas preguntas que quedan sin respuesta. ¿Por qué la CCA tardó tanto en completarse? ¿Cómo ha cambiado la CCA a lo largo del tiempo? ¿Qué impacto tendrá la CCA en el clima futuro?
Para responder a estas preguntas, se necesitan más investigaciones. El doctor Evangelinos y su equipo están trabajando para obtener más información sobre la CCA, con la esperanza de comprender mejor su papel en el clima global.