La comisión de Cádiz-Literato Azorín, la Real Falla, tradicionalmente la más madrugadora en inaugurar sus luces, ha vuelto a alumbrar las calles del barrio de Russafa después de que, voluntariamente, las apagara a causa del incendio de la finca de Campanar. La comisión, que este año cumple 90 años plantando de forma ininterrumpida en todos los concursos de fallas convocados desde entonces, es una de las habituales en la iluminación y mantiene la costumbre de hacerlo también en Navidad. 

El barrio bohemio de la ciudad, con numerosas terrazas, adquiere con este encendido un ambiente muy especial, recuperado ahora tras los luctuosos hechos. Tras pasar el preceptivo Luto Oficial, han optado por recuperar las sensaciones.