China ha condenado las «indiscriminadas» sanciones de la UE Estados Unidos a sus empresas por el presunto apoyo a Moscú en la guerra de Ucrania. Pekín asiste inquieta a la degradación de sus relaciones con Bruselas que ya temió cuando los tanques rusos cruzaron la frontera. Dos años de tercas insistencias en su neutralidad no han revertido la tendencia.