Los bancos de la zona euro deberán ofrecer a particulares y empresas el envío de transferencias instantáneas al mismo coste que las ordinarias a partir del año que viene. En España, los pagos inmediatos son ya gratuitos a través plataformas como Bizum, pero normalmente tienen una comisión notablemente mayor (hasta 12 euros, según la asociación de consumidores Funcas) que las transferencias convencionales de 24-48 horas (generalmente gratuitas) cuando se ejecutan a través de las páginas webs o las apps de las entidades financieras. La medida, impulsada por la Unión Europea, también va a abaratar los pagos que se realicen a otros países del continente.
El Consejo de la UE, así, ha adoptado este lunes el nuevo reglamento de pagos instantáneos, tres semanas después de que el Parlamento Europeo lo aprobase con 599 votos a favor, siete en contra y 35 abstenciones. El acuerdo de las dos instituciones se alcanzó el pasado noviembre durante la presidencia española. Una vez publicado en el boletín oficial de la UE, la regulación entrará en vigor a los 20 días y los países tendrán 12 meses para adaptar su regulación nacional.
Los bancos de la zona euro tendrán nueve meses desde la entrada en vigor del reglamento para ofrecer a sus clientes el recibir pagos instantáneos y 18 meses para ofrecerles enviarlos. En nueve meses, asimismo, el coste de enviar y recibir transferencias inmediatas «no podrá ser superior» a los del resto de transferencias. La Comisión Europea y la Autoridad Bancaria Europea harán un seguimiento del volumen de transferencias instantáneas que se produzca y de la evolución de su coste que servirá de base para posibles modificaciones en la legislación.
Diez segundos
El reglamento será de aplicación para los 27 países de la UE, Noruega, Islandia y Liechtenstein. «La regulación de pagos instantáneos permitirá a las personas transferir dinero en diez segundos en cualquier momento del día, incluso fuera del horario comercial, no solo dentro del mismo país sino también a otro estado miembro de la UE», ha destacado el Consejo en una nota. Otra de las novedades es que el banco o empresa de pagos deberá verificar que el número de la cuenta (IBAN) y el nombre del beneficiario coincidan para alertar al pagador sobre posibles errores o fraude antes de realizar una transacción. Este requisito también se aplicará a las transferencias regulares.
El Consejo, asimismo, ha asegurado que la norma mejorará la «autonomía estratégica del sector económico y financiero europeo», pues ayudará a «reducir cualquier dependencia excesiva de instituciones e infraestructuras financieras de terceros países«. Es también uno de los objetivos del euro digital que está desarrollando el Banco Central Europeo (BCE): disminuir la dependencia europea de empresas de pagos principalmente estadounidenses. Las autoridades comunitarias, así, esperan que este tipo de medidas fomente la creación de servicios de pago innovadores autóctonos de la UE.
Los países que tienen sus propias divisas y no pertenecen a la zona euro tendrán un plazo mayor para adaptarse a la nueva regulación. Así, sus bancos y empresas de pagos tendrán 33 meses desde la entrada en vigor de la norma para estar obligados a ofrecer recibir los pagos instantáneos y 39 meses para enviarlos. También dos tipos de empresas especializadas -las instituciones de dinero electrónico y las entidades de servicios de pago de la zona euro- tendrán un tiempo mayor para adaptarse: 36 meses.