Land Rover es una firma que nos confirma un hecho: todavía existen vehículos que compras por estatus. No hace tanto, los coches se adquirían, entre otras cosas, para demostrar lo bien que te iba en la vida. ¿Superficial? Puede ser, pero ahí fuimos testigos de la mejor época de la automoción en Europa. Digan lo que digan, ver un Land Rover Range Rover Velar en tu plaza de parking, abrir sus tiradores enrasados y acceder a su actualizado habitáculo es un proceso que le sube el ánimo a cualquiera. Lo hemos comprobado, como también que su versión P400e tiene muchas luces y alguna sombra.
El Velar llegó en 2017 como modelo intermedio entre el Range Rover Evoque y el Range Rover Sport, con 4,80 metros de largo, 2,04 m de alto y 1,68 m de ancho. Su diseño minimalista trasladó la visión estética de los prototipos a la calle, algo que impactó mucho al principio y que fueron heredando los siguientes modelos presentados por la firma.
Esta apuesta por la simplicidad dotó al Velar de un aura sofisticada, elegante y lujosa que ha mantenido también en este restyling. La calandra tiene las secciones más amplias, pero pocos cambios más se aprecian en su exterior. Eso sí, los grupos ópticos incluyen la tecnología matricial para los acabados superiores con 67 ledes por faro. El modelo probado incluye las llantas de 21 pulgadas Style en Diamond Turned con contraste en Satin Dark Grey de 2.236,98 euros y el tono exterior Varesine Blue de 999,52 euros.
La evolución se ha centrado en el interior, con un habitáculo claramente digitalizado gracias a la pantalla central de 11,4 pulgadas. Es un poco más pequeña que la del Range Rover Sport, pero incorpora la última actualización del sistema Pivi Pro que, entre otras cosas, mejora la compatibilidad con Apple CarPlay de manera inalámbrica.
Sin embargo, apostar por el protagonismo total de esta pantalla supone la renuncia de la botonería para la climatización y esa configuración, como decimos siempre, perjudica a la seguridad durante la circulación. Mantiene el mismo maletero de 503 litros de capacidad para los PHEV, suficiente para un viaje en familia a la nieve.
Un PHEV con 64 km de autonomía
Los híbridos enchufables han sido el invento clave para la transición de muchas familias, más aún si viven en una casa o piso con garaje propio e instalan un cargador. Solo así, aprovechando al máximo la batería de 19,2 kWh como sacarás partido a la variante P400e del Range Rover Velar. Con sus 64 kilómetros de autonomía eléctrica, podrás cubrir los trayectos diarios o exprimir, si es necesario, los 404 CV de potencia conjunta.
El motor gasolina es el 4 cilindros de 300 CV, mientras que el eléctrico suma al conjunto 143 CV para acelerar de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos. Es un dato que, más allá de ser destacable, se deja notar durante la conducción y facilita enormemente los adelantamientos, así como maniobras de esquiva en las grandes ciudades. Eso sí, su velocidad máxima se ha visto reducida a 209 km/h, frente a los 240 km/h del modelo anterior.
Volviendo al cargador de casa o del trabajo: es imprescindible para optimizar el coste de un Range Rover Velar P400e PHEV 4WD que parte de los 82.950 euros para el acabado Auto S. La unidad probada, Dynamic SE, con los extras seleccionados, asciende a 98.927,04 euros y todavía faltaría añadir el sistema Configurable Dynamics. El Dynamic Handling pack permite modificar el tarado del chasis y las reacciones del motor con los modos de conducción, que afectan a la caja de cambios, la dirección y la suspensión. Lo puedes identificar por las llamativas pinzas de freno rojas.
Si redondeamos, son 100.000 euros de coche híbrido enchufable que amortizamos al exprimir los kilómetros en autonomía eléctrica. Más aún si atendemos a los consumos de 9.2 l/100 kilómetros que tendremos al terminar con la batería y conducir por vías rápidas. No me parece descabellado si tenemos en cuenta la dinámica del coche, pero sobre todo por lo silencioso que es y el confort de rodadura que ofrece. Es un arma de doble filo, dado que fácilmente estarás por encima de la velocidad máxima permitida sin darte cuenta.
Durante nuestro viaje a Andorra no pudimos comprobar sus capacidades off-road, que son ligeramente peores en el modelo PHEV y no cuenta con reductora en el Velar.
- – altura libre al suelo de 214 mm
- – ángulo de ataque 25,0
- – ángulo salida 27,0
- – ángulo ventral 21,0 grados.
Sí pudimos disfrutar de una conducción cómoda en la que el Intelligent Driveline Dynamics va gestionando el par motor según las circunstancias. Prioriza el envío de potencia al eje trasero, pero puede derivarlo al eje delantero si lo considera necesario y el conductor jamás notará esas variaciones. Una de las pegas de este vehículo ha sido su sistema de climatización que, pese a tener un sistema de purificación del aire, es complicado encontrar la temperatura ideal para el habitáculo.