Unos novecientos tractores bloquean este lunes el distrito europeo de Bruselas para protestar, con algunos conatos de violencia, en los aledaños de las instituciones de la Unión Europea (UE) contra la caída de sus ingresos, las regulaciones medioambientales, la sobrecarga administrativa o los acuerdos de libre comercio.
Las reivindicaciones se producen en el marco del encuentro de los ministros de Agricultura de la UE, que hoy se reúnen en la capital comunitaria para debatir respuestas a las demandas generalizadas del campo de los distintos países del club comunitario, que llevan semanas manifestándose contra las normas europeas.
En la principal avenida del barrio europeo, la Rue de la Loi, centenares de tractores forman una larga procesión que bloquea desde primera hora de la mañana el paso y donde a pocos metros del Consejo de la UE algunos manifestantes han quemado neumáticos y fardos de paja, lanzado petardos e incluso huevos y naranjas a los edificios comunitarios.
La quema de neumáticos y paja ha derivado en pequeños incendios controlados que, sin embargo, no han tardado en ser apagados por los bomberos, pese a los abucheos de algunos manifestantes, que han intentado obstaculizar su trabajo.
«Los agricultores están enfadados porque trabajamos duro, producimos los alimentos que la gente necesita y no nos ganamos la vida con ello (…), esa es la razón por la que estamos hoy aquí de nuevo en Bruselas», dijo a EFE una portavoz de la Coordinación Europea Vía Campesina, Morgan Ody.
Esta plataforma es una de las organizaciones que se han sumado a la protesta, junto a la Federación de Jóvenes Agricultores (FJA), la Federación Unida de Agrupaciones de Criadores y Agricultores (FUGEA), la Federación Valona de Agricultura (FWA), el Movimiento de Acción Campesina (MAP) y Boerenforum.
Ody explicó que las principales demandas del campo son conseguir detener los acuerdos de libre comercio, como el que aún tienen pendiente de concluir la Unión Europea y el Mercosur, y lograr un precio mínimo de los productos agrícolas que cubra los costes de producción: «Los agricultores no nos ganamos la vida y ese es el gran problema«.
Asimismo, Ody recordó que organizaciones como Vía Campesina no abogan por eliminar las normas medioambientales, conscientes de los efectos del cambio climático y de la crisis de la biodiversidad, pero reclaman que, para abordar este problema, primero es necesario lograr una «producción sostenible».
«Los agricultores se están movilizando en todo el mundo por lo mismo, que es la soberanía alimentaria. Queremos que se nos apoye y proteja», zanjó la coordinadora de Via Campesina.
Las protestas en el corazón del barrio europeo de Bruselas también han dejado episodios de hostilidades entre la policía y algunos agricultores participantes en las protestas, que han atacado a los agentes antidisturbios lanzando botellas de vidrio y petardos.
La Policía, en respuesta, ha cargado contra los manifestantes con manguerazos y gases lacrimógenos para evitar que se acercaran a su posición y rompan el perímetro de seguridad que han establecido entorno a los edificios de las principales instituciones europeas.