En Canarias le recuerdan como el camarlengo de Ábalos. Koldo García Izaguirre, detenido por su pertenencia a una trama dedicada al cobro de comisiones por cerrar acuerdos comerciales con administraciones públicas para el suministro de mascarillas, demostraba su poder sin contemplaciones. Y en el Servicio Canario de Salud lo saben. Allí colocó 2,7 millones de tapabocas por 4,7 millones.