Un 26,1% de los canarios está en riesgo de pobreza. Una cuarta parte de la población. Es el tercer porcentaje más alto de España tras el 27,6% de Extremadura y el 30,5% de Andalucía, pero es también el más bajo de los últimos 16 años. El más bajo desde 2008 y, en consecuencia, el más bajo desde que el Instituto Nacional de Estadística ofrece datos autonómicos en su Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), ya que la serie histórica arranca precisamente en 2008. Es la primera vez que la tasa de riesgo de pobreza se reduce en las Islas por debajo del 27%. El menor porcentaje era hasta ahora el 27,6% de 2014, justo al final de la crisis financiera.
Detrás de esa sensible mejora está la no menos sensible disminución que la población canaria más vulnerable experimentó durante el último año. Entre 2022 y 2023, la tasa de isleños en riesgo de pobreza pasó del 29,4% al susodicho 26,1%. Se redujo así en 3,3 puntos. No hay ninguna otra Comunidad Autónoma en la que se produjera una caída tan notable. La siguiente región en que más bajó la población en grandes dificultades socioeconómicas es Extremadura, pero allí solamente lo hizo un 2,4%, casi un punto menos que en el Archipiélago. En el conjunto del país apenas disminuyó un par de décimas, hasta el 20,2%, con lo que aun siendo considerable, la brecha entre el dato nacional y el dato regional se acorta sobremanera. De hecho, la actual diferencia –de 5,9 puntos– es la menor desde los 5,4 de 2014.
Cuatro de cada diez familias de la región ni siquiera pueden pagarse una semana de vacaciones
El progreso experimentado en el último año está directamente relacionado con la salida de la crisis de la covid. Los de 2020 y 2021 fueron ejercicios de caídas históricas de la economía y el empleo, y la renta e ingresos que la ECV toma como referencia no son los del año de la publicación de la encuesta, sino los del ejercicio inmediatamente anterior, en este caso 2022, cuando la actividad económica comenzó a repuntar. Esto influye, claro, en la situación de los ciudadanos y las familias, y es lo que en última instancia facilitó esa importante reducción del número de canarios en riesgo de pobreza. Sin embargo, lo más relevante en la lucha contra la exclusión social no es tanto esa disminución entre 2022 y 2023 como el hecho de que la tendencia es descendente. Desde 2008, que aunque acabaría por ser el primer año de crisis financiera no fue entonces percibido como tal –se vivía la resaca del largo período de bonanza y burbuja inmobiliaria–, el porcentaje de isleños en riesgo de pobreza se redujo en 4,6 puntos en el Archipiélago mientras que se incrementó en cuatro décimas en el conjunto del Estado. Es más, solo en Extremadura (-7,7 puntos) disminuyó aún más que en la región.
Hay que recordar que las personas en situación de pobreza son aquellas con ingresos inferiores al 60% de la renta mediana anual medida en términos de unidad de consumo. El INE aún no ha publicado el dato de 2022, pero para hacerse una idea basta con apuntar que la renta mediana anual fue en 2021 de 15.050 euros. Así que los canarios más pobres apenas ingresaron ese año menos de 9.030 euros. Unos 753 euros al mes, y eso en el mejor de los casos.
Tasa Arope
Desde 2014, la Encuesta de condiciones de vida no solo mide el porcentaje de población en riesgo de pobreza, sino también la tasa Arope. Son dos variables distintas aunque en ocasiones se consideren por igual. La tasa Arope también incluye entre la población en riesgo de pobreza o exclusión social –la coletilla no es casual– a las personas en carencia material y social severa y a los miembros de familias sin empleo o con baja intensidad en el empleo. Al incluir más variables, el porcentaje siempre resulta más alto que el porcentaje estricto de población en riesgo de pobreza. No obstante, las conclusiones del análisis de la Arope son, grosso modo, iguales.
Bajo la metodología de la Arope, los canarios en riesgo de pobreza o exclusión social llegan al 33,8%. En este caso es el segundo porcentaje más alto entre las 17 comunidades autónomas tras el 37,5% de Andalucía. Pero es también, de nuevo, el más bajo de toda la serie histórica. El más bajo, al menos, de la última década. Entre 2022 y 2023, la tasa se aminoró en las Islas en 2,4 puntos –pasó de un 36,2% en 2022 al mencionado 33,8% del año pasado–, mientras que aumentó en medio punto, hasta el 26,5%, en toda España. Así que como ocurre con el porcentaje de población en riesgo de pobreza, también en la tasa Arope se acorta la brecha entre los datos nacional y regional. Solo en Extremadura (-4 puntos) baja aún más.
A un 11% de los hogares no le llega para un ordenador y un 8% no puede disponer de coche
Al margen del citado 26,1% de canarios en mayores dificultades económicas –la tasa de pobreza en sentido estricto–, la Arope muestra que un 14,3% de los isleños forma parte de hogares en los que sus miembros en edad laboral trabajaron menos de un 20% de su potencial en el último año. Son esos hogares sin empleo o con baja intensidad en el empleo. Es otra vez el porcentaje más bajo desde que existen datos oficiales pero también el más alto entre las 17 comunidades del país. Y lo mismo se ve al analizar la población en carencia severa, es decir, los datos mejoran, pero aún falta un largo trecho hasta converger con la media nacional. Un 11% de los canarios está en esa situación. Es el segundo porcentaje más bajo tras el 6,6% de 2019 y el segundo más bajo del país tras el 12,6% de Andalucía.
Para estar en carencia material y social hay que caer en al menos siete situaciones de escasez de una lista de 13. Pues bien, las Islas son la autonomía con más personas –14,8%– que sufren carencias en, como mínimo, cuatro de esos ítems. No en vano, un 40% de las familias no puede irse de vacaciones; un 13% –el peor dato del país– no puede comer carne o pescado cada dos días; un 24% no puede pagarse un aire acondicionado; un 52,7% –de nuevo el peor dato– no puede afrontar gastos imprevistos; un 16% se ha retrasado en los pagos de la hipoteca, el alquiler o los suministros en el último año; un 11% no puede permitirse un ordenador; y un 8% no se puede dar el lujo de disponer de un coche, también el peor porcentaje del país.
Canarias comenzó 2022 con cerca de 2,18 millones de habitantes y un 29,4% de la población en riesgo de pobreza, un total de, exactamente, 640.244 personas. El año pasado arrancó en el Archipiélago con poco más de 2,2 millones de residentes y con un 26,1% de ellos en la pobreza o al borde de caer en ella, es decir, que 574.734 isleños estaban o están en tan difícil situación. Así que en el último año escaparon de la lacra de la pobreza alrededor de 65.500 canarios, según se desprende del cruce de las cifras de la población y de la Encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística. Hay que recordar que frente al actual 26,1%, la tasa de riesgo de pobreza llegó a situarse en 2016 en la Comunidad Autónoma en la friolera del 35%. Ha bajado así en nueve puntos. | M. Á. M.