Tras el incendio, decenas de familias se han visto obligadas a empezar su vida desde cero. Todas ellas han perdido sus casas, su ropa, sus objetos y, sobre todo, sus recuerdos. Entre las personas afectadas, se encuentran José Antonio Henriquez y María Eugenia Paneyko, que vivían desde hace seis años en el segundo edificio calcinado tras marchar de Venezuela debido a la crisis económica.