Tras el incendio, decenas de familias se han visto obligadas a empezar su vida desde cero. Todas ellas han perdido sus casas, su ropa, sus objetos y, sobre todo, sus recuerdos. Entre las personas afectadas, se encuentran José Antonio Henriquez y María Eugenia Paneyko, que vivían desde hace seis años en el segundo edificio calcinado tras marchar de Venezuela debido a la crisis económica.
«Se encuentran en una situación vulnerable, sin un lugar estable donde vivir y con la necesidad de empezar de nuevo», reconoce Rodrigo Herniquez, el hijo de esta pareja, que ronda los 70 años. Por eso, el día después de la tragedia, este ha decidido iniciar una campaña para recaudar dinero con el fin de cubrir sus necesidades básicas mientras «encuentran un nuevo hogar y reconstruyen su vida«. A día de hoy, ya ha recaudado 11.589 euros. «Lanzamos la campaña, que ha tenido una gran repercusión. Muchos venezolanos se han volcado en la causa«, reconoce Henriquez, quien recuerda que «emigraron de Venezuela con la esperanza de un futuro mejor, y después de años de esfuerzo y sacrificio, habían logrado construir un hogar lleno de recuerdos y sueños. Las llamas no sólo se llevaron sus pertenencias materiales, sino también años de recuerdos invaluables. Fotos de familia, objetos con valor sentimental, y todo lo que habían acumulado con esfuerzo se ha convertido en cenizas».
Cumpleaños triste
Además, el afectado José Antonio Henriquez cumple hoy 77 años. Aunque, como indica su hijo, «mo hay mucha celebración porque están emocionados y afectados, puesto que no tienen nada». Por eso, reconoce la importancia del equipo de psicólogos que les atiende. «Por suerte para ellos, la vida continúa», concluye.