En febrero de 2006, cuando los móviles aún no eran inteligentes, Barcelona acogió por primera vez el Mobile World Congress (MWC). Este lunes, la gran feria mundial de la tecnología regresa a la capital catalana, convertida en sede permanente, para celebrar el legado de una relación que cumple 18 años, su mayoría de edad, y con un radio de acción que va más allá de los móviles.