Nacho Rubio (Teruel, 1987) es actor, productor y presentador español. Ha interpretado papeles como Juan Luis Lazcano en ‘Camera Café’ o Samuel Morán en ‘Amar es para siempre’, y ha presentado programas como ‘La magia de viajar’ o ‘Buenas Compañías’ entre otros. Ahora llega con algo nuevo: a partir del 28 de febrero lo vamos a ver como presentador de ‘La Semana Santa en todos los sentidos’, el nuevo programa de Aragón TV.
PREGUNTA: ¿Qué significa para usted la Semana Santa? ¿Tiene un sentido especial?
RESPUESTA: Indudablemente es una parte importantísima de la cultura de este país. Es algo que trasciende lo religioso. Tiene, por supuesto, esa parte de sentimiento cristiano que genera una devoción y un compromiso profundo. Pero también tiene esa otra parte que despierta un compromiso en la gente que no es tan religiosa. Es aquello de la hermandad, de las cofradías, del ritual y de la costumbre, que son cosas que se van transmitiendo de generación en generación.
P: ¿Siempre la ha sentido mucho?
R: A nivel personal sí que la he vivido. Me crié en Teruel hasta los 11 años y ahí la disfrutaba aunque no hubiera más que la Ruta del Tambor y Bombo. Nunca fui cofrade ni toqué el tambor, pero sí que me llamaba la atención. De chiquitito tenía dos momentos en los que salir a la calle era una cita obligada: la cabalgata de reyes magos y las procesiones. Esta celebración me retumba mucho, me mueve. La Semana Santa me ha tocado mucho como espectador porque siempre ha formado parte de mi paisaje cultural, de mi herencia cultural. El sonido de los tambores me hace conectar con algo impresionante, algo ancestral.
P: Teniendo en cuenta cuánto la vive, ¿qué le ha supuesto este programa?
R: En primer lugar, satisface mucho mi curiosidad, que es una gran parte de mí. Soy una persona muy intrigada y me encanta viajar, conocer y profundizar en los conocimientos. Para mí es fascinante porque el programa me permite ir de la mano de los protagonistas de la Semana Santa y que me cuenten su experiencia: cómo ensayan las cofradías, cómo se engalanan para los pasos, los detalles de todos los adornos que llevan como las heráldicas, etc. Incluso el poder conocer los ministriles de música clásica… Es todo eso, todo lo que tiene la Semana Santa.
P: ¿Le evoca a su infancia en Teruel?
R: Sí, un poco. De niño me impresionaba mucho el sonido de los tambores. Era algo que me daba incluso miedo, pero también una impresión que alucina, un ruido que retumba. Luego estaba el misterio de los pasos, el aprender a leer lo que le estaba sucediendo a los cofrades a través de sus ojos porque era lo único que les veía, el ver qué pasaba por las personas, los trajes, cada preparación, las flores, los peinados…
P: ¿A qué Nacho Rubio vamos a ver en ‘La Semana Santa en todos los sentidos’?
R: Al Nacho que escucha. Creo que, sin querer presumir, es de mis mejores cualidades. Soy un buen escuchador. Cuando trabajo en televisión suelo hacer lo contrario: hablar y hablar. Aquí, aunque doy explicaciones previas para dar a conocer lo que vamos a ver, los protagonistas son los que preparan esta festividad. Yo les voy a prestar mi oído. Daré un paso a un lado para escucharlos. Abordo el programa con la curiosidad del que se interesa y quiere conocer todos los detalles que hay detrás. Es mi vertiente más curiosa y reposada.
«Vamos a ver, sobre todo, al Nacho que escucha»
PREGUNTA: ¿Es una imagen diferente a la que hemos podido ver en otros programas?
RESPUESTA: Sí. Este programa tiene un punto más reflexivo respecto a lo que he hecho previamente en Aragón TV. Siempre hago cosas así como más humorísticas, pero en esta ocasión va a ser todo más con una actitud de sonrisa, haciéndolo siempre desde el respeto y, mucho, desde la curiosidad.
Nacho Rubio, presentador del nuevo programa de Aragón TV / Manuel Sevillano
P: ¿Cómo vincularía cada uno de los sentidos con la Semana Santa?
R: El oído es el más evidente. Lo primero que se nos viene al pensar en estas fechas son los tambores y el estruendo que provocan. Dan un poco de miedo, pero son impresionantes y especiales. También es importante la ausencia de sonido. Los silencios, por ejemplo, de los costaleros. Con la vista llega el color de las hermandades y su simbología. Tienen mucho peso, no es algo casual. El olor también es fundamental, y lo tenemos, por ejemplo, en los inciensos fuertes que invaden las calles. Luego, el tacto, que es de los sentidos más impresionantes en estas fechas. A mí me impacta, desde muy pequeño, el frío de los instrumentos y, sobre todo, la sangre que se ve derramada en los bombos. El gusto lo redescubriremos con sorpresas en el programa. Va a estar todo llevado a la gastronomía que rodea a esta celebración. Tiene cosas como los ayunos de carne o todos los dulces de estas fechas. Son sorpresas que iremos viendo.
P: A nivel personal, ¿con cuál de los cinco sentidos se queda?
R: Seguramente con el oído por esa fuerza, contundencia y brutalidad de los ruidos de la Semana Santa. Los tambores emiten esos sonidos atronadores que te hacen sentir pequeño ante todo, atemorizado pero también impresionado. Eso, combinado con los silencios es impresionante. El oído es el primer sentido que nos explota en estas fechas.
«Los tambores emiten esos sonidos atronadores que te hacen sentir pequeño ante todo, atemorizado y reprimido, pero también impresionado»
P: ¿Qué siente al formar parte de este proyecto?
R: Me parece un privilegio porque es una invitación para descubrirla desde fuera. A nivel personal es un disfrute por lo curioso que soy. Poder conocer cada detalle desde cerca y con tanta profundidad es brutal para mí.
