La fábrica de la Reina que crearon Gervasio Merino y Damián de la Reina está actualmente regentada por Jesús. Sin embargo, es Damián quien sigue teniendo la última palabra en todas las decisiones de la empresa.

Damián lleva tiempo insistiendo en que quiere reformar la parte antigua de la fábrica, pero su hijo no quiere: sus planes son otros, pretende fusionarse con una empresa francesa. Por ello, se niega a hacer una reforma, poniendo así en riesgo a todos los trabajadores.

Cuando Damián se entera de que su primogénito ha ignorado las llamadas del arquitecto para reformar la fábrica, se vuelve loco. ¿Cómo es posible que le haya tomado el pelo? ¿Po qué no ha seguido sus órdenes?

El patriarca ha cortado el ritmo de la comida para echarle una terrible bronca a Jesús delante de todos los presentes. Además, ha decidido que su otro hijo, Andrés, recién llegado, se quede al mando de los planes para la reforma de la fábrica.

¡Jesús se muere de celos al escucharlo! “¿Ahora que te has quedado sin trabajo vienes a interesarte por el negocio familiar?”, le reprocha a su hermano. Pero Damián zanja el tema, Andrés debe quedarse y hacerse cargo del negocio como hacen su hermana Marta y Jesús.

¿Cómo llevará el primogénito de la Reina el nuevo orden de la familia? ¿Dejará a su hermano trabajar con ellos?