Al menos 10,500 civiles muertos, según la ONU. Una economía en coma inducido, un sangriento frente terrestre de batalla estancado, escasez de municiones y soldados, y una población traumatizada. El segundo aniversario de la invasión de Vladimir Putin ha sido este sábado un momento de balance y, como tal, también ha estado marcado por las conmemoraciones. Pero sólo cuatro líderes internacionales aparecieron esta vez en la fotografía junto con Volodimir Zelenski, el presidente ucraniano, ninguno de Alemania, Francia y EEUU, países que hasta ahora ha sido convencidos aliados de Ucrania.
En cambio, la primera en aparecer, pronto en la mañana, fue la presidenta de la Comisión europea, Ursula von der Leyen que, poco después de llegar a la capital ucraniana en tren, aplaudió la “resistencia” de Ucrania. “Más que nunca, estamos firmemente al lado de Ucrania. Financieramente, económicamente, militarmente, moralmente. Hasta que el país esté por fin libre”, tuiteó entonces la mandataria europea.
En un tono parecido, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, alabó la “heroica resistencia” del pueblo ucraniano. “Aquí es donde fracasaron los planes de Putin de derrocar un Gobierno democráticamente elegido en pocos días y remplazarlo con un Gobierno títere”, dijo la mandataria italiana, en un parco acto celebrado en el cerrado aeropuerto de Gostomel, uno de los primeros atacados el 24 de febrero de 2022. “Ha sido dos años de traumas y pérdidas de vida. Es difícil entender bien la destrucción provocada por esta guerra de Rusia”, afirmó el político belga. “Estamos aquí para apoyarle”, añadió Alexander De Croo, presidente de Bélgica.
Sin Biden
En el mismo evento, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quiso asimismo subrayar que la batalla de Ucrania es “nuestra batalla”. “Putin se ha equivocado en tantas cosas. [Los ucranianos] han luchado con una ingeniosidad y una tenacidad que le ha mostrado al mundo entero de que son capaces”, añadió Trudeau, el único no europeo del grupo. Un gesto simbólico puesto que, a diferencia del año pasado, esta vez el presidente estadounidense Joe Biden no visitó Kiev en la semana previa a la conmemoración, como hizo el año pasado.
El día 730 de la guerra, sin embargo, también estuvo marcado por conmemoraciones de ciudadanos en la plaza de la Independencia de Kiev, cerca del que ahora es una especie de gigantesco altar con centenares banderitas de Ucrania, en honor a los caídos. Allí se reunieron grupos de familiares de soldados muertos, en un emotivo acto en el que no faltaron lágrimas, gritos y muestras de rabia ante una guerra que ha dejado exhausta a la población, como también confirmaron diversas fuentes entrevistadas por El Periódico, del grupo Prensa Ibérica, en dos semanas de cobertura en el terreno.