El balance provisional de víctimas del edificio incendiado el 22 de febrero en Valencia se salda con 4 fallecidos, varias decenas de heridos (incluyendo a varios bomberos) y hasta 15 personas desaparecidas. Este incendio es uno de los peores que jamás se ha registrado en España en un edificio residencial, y ahora los ojos están puestos en las posibles causas de la propagación tan rápida de las llamas.
En declaraciones a À Punt, la vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia, Esther Puchades, ha asegurado que bajo las piezas de aluminio colocadas en la fachada del eficio hay poliuretano, un producto inflamable que ha favorecido la voracidad del incendio. Esas ‘piezas’ forman lo que se conoce la ‘fachada ventilada‘, un sistema muy eficiente para el cerramiento de edificios que promueve el ahorro energético, es sostenible y su instalación es muy sencilla.
¿Qué es una fachada ventilada?
Las fachadas ventiladas se componen de un muro soporte (aporta estabilidad), una cámara de aire (que permite la circulación del aire), una capa aislante (poliuretano en el caso del edificio de Valencia) y material de revestimiento, que puede ser cerámica, madera, metal, pizarra…
A día de hoy, las fachadas ventiladas son la opción más utilizada en nuevas construcciones y rehabilitaciones. Sin embargo, el verdadero problema que se ha detectado en el edificio siniestrado de Valencia se debe a ese material aislante altamente inflamable, el poliuretano.