Fernando estaba en casa cuando comenzó el incendio de Valencia que ha devorado un edificio de 138 apartamentos y se ha cobrado la vida de al menos 10 personas.
Él tenía su piso en la octava planta, justo una por encima de donde comenzó el fuego. Como olía a humo ligeramente, decidió salir de su casa y ahí se encontró con Julián, el conserje. Juntos salieron a la terraza para ver de dónde venía.
También le preguntaron a una señora del séptimo pero no sabía nada y decidieron bajar a la calle, pero no saben si ella salió. «Empezó a salir humo por un ojo de buey», ha dicho, además de que todo pasó en apenas 2 minutos.
Los bomberos, por otra parte, llegaron enseguida, ya que están a 300 metros y le preguntaron a él y a Julián si sabían dónde estaba el foco. «Yo bajé sin nada porque pensaba que en unos minutos volveríamos a subir», ha dicho.
Fernando ha dejado claro, además, que hubiera sido más dramático si hubiera pasado a otra hora, porque en ese momento había mucha gente que no estaba en casa.
Además, ha explicado que debería haber sonado una alarma antiincendios, algo que nunca ocurrió. «Si me pilla echando una siesta yo no hubiera podido bajar, no estaría aquí», ha dicho, además de dejar claro que lo que ha pasado no es normal, que un fuego que se inicia fuera entre y les atrape como si fuera una ratonera.
«Llevábamos 12 años viviendo aquí y no sabíamos en qué condiciones«, ha afirmado, algo que también le ha ocurrido a Ammar y Sara, la pareja rescatada de su balcón por los bomberos.