Los pequeños ahorradores están de enhorabuena. Las empresas del Ibex empiezan a presentar en los primeros compases del año sus resultados de 2023 y algunas de ellas ya han anunciado que aumentarán con fuerza los dividendos. Es el caso del Banco Santander, que ya ha anunciado una notable mejora de la retribución al accionista y aumentará un 59% el segundo dividendo a cargo del pasado ejercicio; Repsol, que promete una lluvia de hasta 10.000 millones en dividendos, o Iberdrola, que incrementará un 10,8% la retribución. La recuperación económica y el aumento de la rentabilidad apuntan a que en 2024 se superará el nivel récord alcanzado en 2019, cuando las grandes cotizadas repartieron 31.705 millones en dividendos, según explican los analistas consultados.
El año pasado los dividendos totales de las empresas que componen el principal selectivo de la bolsa española ya superaron ligeramente los 29.000 millones de euros, lo que supone un incremento superior al 11% sobre los 25.973 millones de euros repartidos en 2022. La rentabilidad por dividendos finalizó el año pasado en el 4% y para este año el consenso de mercado espera que alcance el 5%, lo que supondría el mayor porcentaje desde 2018, cuando fue del 4,53%. «Se espera que gran parte de las compañías que componen el selectivo español mantengan su política de dividendos y que algunas de ellas pueda anunciar pagos extraordinarios con cargo a los beneficios del año pasado», señala Joaquín Robles, analista de XTB.
Es el caso de Santander, que después de unas cifras récord en 2023, seguirá «invirtiendo para el crecimiento futuro» al tiempo que aumentarán «la rentabilidad para el accionista a más de 5.500 millones de euros en dividendos y recompras«, afirmó la presidenta de la entidad bancaria, Ana Botín, durante la presentación de resultados del 2023. A su vez, Iberdrola propondrá a la Junta General de Accionistas una remuneración complementaria de 0,348 euros brutos por acción, a los que se suma el dividendo a cuenta de 0,020 euros brutos por acción abonado en enero. En total, la empresa repartirá 0,550 por acción con cargo a los resultados de 2023, lo que supone un incremento del 10,8%. Y Repsol aumentará un 30% su dividendo para repartir hasta 0,9 euros por acción.
Con este panorama en el horizonte, Robles considera que es probable que en 2024 se superen los niveles de 2019. «El progresivo aumento de los beneficios empresarios ha permitido a la mayor parte de las empresas restaurar los niveles de dividendo previos a la pandemia y en algunos casos, como en el sector bancario, aumentarlos notablemente», explica Robles.
Más recompras de acciones
La política de recompra de acciones que están llevando a cabo las empresas del Ibex también anticipan una mejora del dividendo. «Mediante la recompra de títulos, las compañías fortalecen el dividendo. Es una manera indirecta de mejorar la remuneración a los inversores que compran dividendos», explica Antonio Castelo, analista de iBroker, que cree que es posible que en este 2024 se supere el nivel de dividendos de 2019. «Los bancos están mejorando mucho el dividendo y son un sector muy potente», asegura. Ante la dificultad para crecer orgánica o inorgánicamente, algunas compañías que han utilizado estos mayores beneficos para dar valor al accionista.
Es algo que queda patente en el Informe de Mercado 2023 elaborado por BME al cierre del ejercicio: «A lo largo de 2023 las compañías cotizadas en la Bolsa española han seguido ejecutando a buen ritmo programas de recompra de acciones y posteriormente amortizando acciones adquiridas». En el conjunto del año se han amortizado acciones por un valor de mercado de 13.415 millones de euros en 31 operaciones.
Con todo, todavía hay margen para saber qué ocurrirá con los dividendos de este ejercicio. «Es posible que las empresas españolas superen los dividendos de 2019 en 2024, pero aún es pronto para asegurar. La recuperación económica, el aumento de la rentabilidad y las políticas de dividendos estables son factores que pueden contribuir a un aumento de los dividendos. Sin embargo, la inflación, la incertidumbre económica y la competencia pueden afectar negativamente a la toma de decisiones sobre los dividendos», concluye de una forma más prudente Segio Ávila, analista de IG Mercados.
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