La víctima de Dani Alves pasó los días del juicio «medicada» ante un «frágil» estado de emocional. Era la culminación del «infierno» que pasó desde que denunció, la misma noche de la violación del jugador brasileño en el lavabo de la discoteca Sutton. Así lo narró la abogada de la denunciante, Ester García, en Cataluña Ràdio y añadió que el principal miedo de su clienta fue que se divulgara su identidad