Las ventanas de los dos edificios de Campanar (Valencia) incendiados la tarde del jueves dejaban entrever en la oscuridad de la noche una luz naranja parpadeante que se acentuaba por momentos. Pese a haber calmado las llamaradas que salían del edificio, su interior continuó ardiendo durante gran parte de la noche (hasta cerca de las cuatro de la madrugada) y los bomberos trabajaron sin descanso.