Dune es una exitosa saga de ciencia ficción cargada de un mensaje ecologista que expone cómo una especie puede influir, alterar y adaptarse a un determinado ecosistema, además de complejas teorías mesiánicas que la mente privilegiada de Frank Herbert fue capaz de trasladar a la literatura. Y sí, también, hay gusanos gigantes de arena (shai-hulud para los más papistas) y una embriagadora especia denominada Melange que permite hacer viajes interestelares y confiere capacidades sobrehumanas. Dejando a un lado esto último (la realidad se empeña en ser decepcionante), lo que está ocurriendo en El Campello (la Arrakis en esta historia) no está tan lejos de lo que plasma la obra del autor estadounidense, llevada al cine en 1984 por David Lynch y en la actualidad por Denis Villeneuve.
El departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento del municipio de l’Alacantí ha acotado más 400 metros cuadrados en las playas de Carrer la Mar y Muchavista para crear dos ecosistemas dunares. Se trata de dos espacios, ya perimetrados y protegidos, en la zona conocida como “punta del riu” (playa Carrer la Mar), y “La Zofra”, donde en los últimos años ha surgido y se ha desarrollado vegetación de forma natural en el primer tramo de arena, en ambos casos pegados al paseo marítimo.
La actuación ha consistido en la instalación de sistemas de “ayuda” que permiten la reconstrucción de las dunas mediante procesos naturales. Se ha delimitado el área de forma sencilla, por medio de un cierre perimetral formado por postes de madera removibles y temporales, unidos por una cuerda, que no interfieren en la dinámica natural de la zona.
En concreto, se ha procedido a la instalación de postes circulares de madera de pino tratada de 12 centímetros y un metro de altura, incrustados en el terreno unos 30 centímetros, unidos mediante una cuerda de nylon trenzada o de maroma, de manera que se limita el paso al ecosistema dunar.
También se han instalado paneles informativos sobre la actuación de regeneración dunar, con información sobre la vegetación y sus beneficios y normas de limpieza y protección de la misma.
La dimensión aproximada del cerramiento de la duna “Punta del Riu” es de 150 metros cuadrados, a los que se suman otros 271 metros cuadrados en “La Zofra”. El servicio de limpieza de playas, en el caso de utilizar máquinas, no podrá acercarse a menos de 10 metros del frente dunar. Estas áreas sólo se limpiarán manualmente, dado que lo importante es la conservación de los ecosistemas que se crean y las especies. El acceso a esos espacios está prohibido.
El proyecto surge después de haber detectado que la zona que se pretende regenerar ya se encuentra colonizada por flora típica de ecosistemas dunares, en concreto por la especie Cakile marítima.
Una vez delimitado el espacio y limitado el tránsito y paso de personas por las áreas acotadas, se da por seguro que se recuperará progresivamente la vegetación autóctona de forma natural, de forma que en un período de uno o dos años esas áreas serán colonizadas y progresivamente el medio restablecerá su dinámica, acumulándose arena de forma natural.
Los ecosistemas dunares tienen especial importancia en las playas, y aportan destacados beneficios, como aportar un valor paisajístico a la playa (con lo que pueden llegar a convertirse en reclamo turístico), fomentar la concienciación medioambiental y la puesta en valor de nuestro patrimonio natural, mantener la biodiversidad al crearse un hábitat para diferentes especies vegetales y animales, aportar la capacidad de retención de arena contribuyendo a la regeneración natural de las playas, y actuar como muro de contención natural frente al oleaje y defensa del litoral.
Presencia de nuevas especies de animales
Los científicos del IEL señalan que esa protección se traducirá en la proliferación de especies vegetales y animales como lirio de mar (pancratium maritimum), loto de mar (lotus maritimus), escarabajo pelotero de dunas (pimelia modesta), oruga de mar (cakile maritima), carretón de playa (medicago marina), grama marina (elymus farctus), y lagartija colirroja (acanthodactylos erythurus).
Como detalla el concejal de Medio Ambiente, Marcos Martínez, “se trata de una interesante propuesta medioambiental que elevará el valor de las playas de El Campello, y un proyecto que seguirán de cerca científicos de otros lugares”.
De forma espontánea y natural, en los últimos años se ha creado ese ecosistema tan especial, que ahora se protege además con fines didácticos, pues los paneles ya instalados explican las características de las especies (todas ellas protegidas) y su evolución.