La exconsellera insular de Hacienda y Función Pública, Pilar Bonet, desvió durante años dinero de Globalia a cuentas corrientes suyas y de su hija, según consta en la querella presentada por la empresa contra ambas. La sociedad sostiene que Bonet se apropió de al menos 2,7 millones de euros utilizando un sistema de doble facturación y que se aprovechó de su puesto en el departamento de contabilidad tanto para desviar los fondos como para ocultar después las anomalías cuando se producían auditorías internas. La querella, según fuentes conocedoras de su contenido, apunta a la posible comisión de cinco delitos. El caso ha recaído en el juzgado de instrucción número 1 de Palma, que a partir de ahora tutelará la investigación.