Cuando a finales de diciembre se conoció el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el ‘caso Superliga’, Alekasander Ceferin, presidente de la UEFA, se mofó del Real Madrid y el FC Barcelona. «Se divertirán mucho jugando entre ellos dos», ironizó el presidente esloveno. Se olvidó de que otro equipo, el Nápoles, había recibido «de buen grado» el fallo que dictaminó que tanto el organismo europeo como la FIFA había ejercido un abuso de su posición dominante al bloquear el nacimiento de una nueva competición.