Los focos estaban pendientes de Frenkie de Jong. No porque en el Estadio Diego Armando Maradona logró el único gol europeo de su carrera en aquel partido de ida de la eliminatoria de acceso a la Europa League 2021-22 que ganó 2-4 el Barça. Se ganó el protagonismo por la explosiva rueda de prensa en la previa en la que confesó estar “irritado y cabreado por las mentiras que escribe la prensa sobre mi futuro”, entre otras respuestas con las que disparó en todas las direcciones menos hacia arriba, que es de donde él sabe que salen las cifras de lo que cobra y las informaciones sobre su futuro. No se atrevió.

En la previa de un partido tan importante como la ida de los octavos de final de la Champions League, no parecía el momento ideal para ejercer su respetable derecho a la pataleta. La atención sobre el regreso a los octavos de la Champions tras dos temporadas de ausencia quedaba desviada. No se habló de otra cosa. También es cierto que podría haber tenido un efecto terapéutico para el grupo, en plan Pep Guardiola en el Santiago Bernabéu contra la ‘central lechera’ antes de la ida de la semifinal de la Champions League 2010-11 contra el Real Madrid.

Pero ni el liderazgo de Pep es el de Frenkie ni aquella guerra mediática tiene nada que ver con lo que De Jong cree estar sufriendo. No se detectó un Barça tan sensibilizado.

Por lo menos, lo ocurrido en la víspera no afectó al Barça, que fue más o menos el de toda la temporada. Buenos momentos, desapariciones extrañas del juego, ocasiones desaprovechadas e inocencia defensiva para permitir que un Nápoles bajo mínimos llegue vivo el 12 de marzo a la vuelta que se jugará en el Estadi Olímpic de Montjuïc gracias a un gol de Osimhen que equilibró el de Lewandowski. El 1-1 no es malo para el Barça, pero no arregla la pésima estadística azulgrana en los octavos: ya son ocho ediciones sin ganar a domicilio en esta ronda, desde el 0-2 al Arsenal en la 2015-16 con doblete de Messi. Desde entonces, cinco empates, una derrota y dos ausencias en el torneo más importante.

¿Y Frenkie? El portero italiano Alex Meret, que encajó aquel disparo suyo envenenado desde fuera del área en 2022, no le vio cerca ni una vez y el holandés mantiene aquel gol como única diana en 60 partidos europeos: 23 con el Ajax y 37 con el Barça, 12 de Europa League y 48 de Champions League.

De Jong, pese a la presión que él mismo se generó con su comparecencia en la previa solicitada por él mismo, fue uno de los mejores del Barça en Nápoles. En comparación con anteriores partidos, en los que su juego ofensivo fue intrascendente y su labor defensiva tuvo lagunas preocupantes, incluso cierta apatía, en el Estadio Diego Armando Maradona se fajó en las ayudas e incluso fue fuerte a los balones divididos pese a la tarjeta amarilla que vio en el 16’ con una falta que no era.

Con el balón tuvo visión de juego para dar pases largos a las bandas cuando los laterales del Nápoles saltaban de forma desordenada a la presión. Y en corto, aunque abusando en ocasiones de conducciones innecesarias que restaron fluidez al juego, fue preciso y sí dio la sensación de dominar el tiempo del partido, algo que no lograron su compañeros en la media Pedri, Christensen y Gündogan.

Visto la visto, que antes de la vuelta salga otra vez a hablar. A él no le afecta en su juego. Y quizás se atreva a disparar hacia el único sitio que le faltó. Su futuro sigue siendo un tema abierto.

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