Iñigo Martínez fue la gran novedad en el once inicial respecto al equipo que comenzó el pasado sábado en Vigo. Que Gündogan iba a sentar a Vitor Roque estaba claro, pero lo del central vasco por Pau Cubarsí, aunque se intuía, generaba más interrogantes por el gran nivel mostrado en el eje de la zaga en el los últimos partidos por el canterano de 17 años. Al final se impuso la apuesta de Xavi Hernández por la veteranía del defensa zurdo de 32 años.

El ex del Athletic hizo un partido muy serio, dotando a la zaga de una agresividad necesaria en los compromisos de este nivel. Sin embargo, quedó señalado por el 1-1 de Victor Osimhen en una acción en el 75’ en la que Iñigo pidió falta. Intentó anticiparse por detrás, pero el nigeriano le colocó el pie por delante y le hizo caer. Protestó con vehemencia hasta el punto de ver una amarilla. Se podía pitar la falta, pero era una jugada abierta a la interpretación. Cayó en la trampa del ‘9’.

Curiosamente, también tuvo protagonismo, en este caso positivo, en el 0-1 de Lewandowski asistido por Pedri, a quien Iñigo encontró entre líneas con calidad.

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