Allí lo dejó, allí volvió. Con España paró. Con España volvió, abandonando ese lugar oscuro al que le llevó su mente. De la NBA a Zaragoza, con miles de personas llenando el Pabellón Príncipe Felipe asistiendo a un retorno esperado durante seis meses y 17 días. Volvió Ricky Rubio. Y la selección de Scariolo se quedó sin darle el triunfo que tanto le habría gustado en su vuelta porque caía con Letonia en casa (75-79).