Transformar el antiguo asilo de Benalúa en un edificio público al alcance de todos los vecinos, una realidad que podría estar más cerca que nunca. La salida al mercado del inmueble, recientemente puesto a la venta por el Obispado Orihuela – Alicante, abre una oportunidad para los residentes de la zona que llevan más de dos décadas reivindicando que su uso pase a integrar un Centro Social Comunitario.
Tras este anuncio, los portavoces de los grupos municipales de Compromís y Esquerra Unida-Podemos, Rafa Mas y Manolo Copé respectivamente, han presentado una declaración institucional que llevarán al Pleno ordinario del mes de febrero para instar, tanto a Ayuntamiento de Alicante como Generalitat, a que estudien las fórmulas posibles para adquirir el inmueble y dotarlo de un uso que satisfaga al vecindario de la zona. A esta declaración se suma el respaldo de la asociación vecinal El Templete de Benalúa, representada por su presidente, Ernest Gil, quien ha apoyado a ambas formaciones en la petición de la reconversión del antiguo asilo en un centro de uso social comunitario para el barrio.
El antiguo asilo de Benalúa, con un terreno de 12.931 m², ha sido reclamado históricamente por la comunidad para uso público. A pesar de que en 2013 el pleno municipal aprobó por unanimidad que el Ayuntamiento de Alicante modificara el Catálogo Municipal de Bienes y Espacios Protegidos para incorporar el conjunto arquitectónico del asilo de Benalúa y su parcela circundante como Bien de Relevancia Local, la propuesta no se llevó a término. No obstante, en la actualidad, cualquier modificación del edificio debe ajustarse a la necesidad de proteger sus elementos principales, según lo establecido en el catálogo de protecciones aprobado en septiembre de 2020.
El portavoz del grupo municipal de Compromís, Rafa Mas, ha señalado que esta situación es un ejemplo del que el Ayuntamiento de Alicante no solo recorta en acción social sino también en todos los recursos sociales de la ciudad. «Este centro comunitario lleva siendo reclamado más de 25 años por los vecinos de Benalúa, ni tampoco generas nuevos centros de mayores en otros barrios, ni centros comunitarios, ni centros culturales, sino que además se permite el lujo de volver ayudas. Solo en 2023 se devolvieron 2’8 millones de euros en ayudas de todo tipo», señala Mas.
Por su parte, el portavoz de Esquerra Unida-Podemos, Manolo Copé, ha asegurado que esta declaración institucional es una «oportunidad» para paliar el «déficit de inversiones en la zona sur de la ciudad». «Hace siete años ya se pudo haber intervenido en la compra y seguimos años y años esperando inversiones reales. Por eso pedimos instar a la Generalitat a que adquiera este edificio singular para su uso público. Ya lo ha hecho en Orihuela. Además, al ser un edificio de singularidad arquitectónica entendemos que desde las administraciones públicas se tendrá una mayor consideración para los elementos que sean necesarios preservar», destaca Copé.
Además, el presidente de la asociación vecinal El Templete de Benalúa, Ernest Gil, ha señalado que es «necesario» salvar el asilo de Benalúa. «El edificio tiene un gran valor para todos y está ubicado en un barrio que ahora mismo es un páramo, no hay nada, y esto puede aportar en muchos sentidos. Podría ser un centro de día o un centro social, tiene un potencial increíble, e incluso podría actuar como biblioteca o como centro cultural dinamizador de una zona que parece que se está quedando atrás», aclara Gil.
